La escuela no paga traidores

Este tipo de provocaciones, puedo asegurar, que añadirá más leña al fuego a una escuela y a un profesorado que está ya pasado de tueste por la propia dinámica social que ha afectado a los valores que representa cualquier acción educativa, la desidia institucional en el apoyo a la escuela de todos y el poco tino que supone hacer tantas leyes, decretos y pamplinas cada dos por tres, y que lo único que ha conseguido es que andemos todos como pollos sin cabeza y la casa sin barrer. A veces, piensa uno que hubiese sido preferible dejar las cosas como estaban organizativamente, añadiendo obviamente las nuevas metodologías, tecnologías y adaptaciones curriculares y volver en muchos casos a enfoques pedagógicos que daban muy buen resultado y que se han obviado por ser políticamente incorrectos.

Así las cosas, y después de esta somera reflexión que además no es de uno, sólo resta decirle al actual gobierno de Canarias, a su presidente y a la consejera de educación que peor no lo pueden hacer, que más torpes no pueden ser y que para saber hacer una O con un canuto, no hace falta ir a la universidad. Con este panorama, el mejor servicio público que pueden hacer por la escuela canaria y por los canarios en general, es irse a freír bogas y ni eso estoy seguro que lo sepan hacer.

Kiko García