Inventan los sociosanitarios para negar los hospitales

Cada vez que a un político con responsabilidad en el Cabildo o en el Gobierno de Canarias se le ocurre decir algo sobre este sangrante olvido, incrementa las mentiras, los insultos y el desprecio que sienten hacia la población y, mandato tras mandato, y legislatura tras legislatura, no lo sacamos del sillón institucional, ni con agua hirviendo. Y es que lo último sobre esta imperiosa necesidad no podemos dejarla en silencio, sería sucumbir ante los intereses particulares de esta gente y de la escasa o nula sensibilidad hacia los derechos fundamentales de la ciudadanía.

La lucha por un hospital público para el sur-suroeste de Tenerife siempre tubo una contundente respuesta, por parte del Cabildo insular y del Gobierno de Canarias: “No”. De hecho, recordemos declaraciones como que no se justifica la creación de un hospital en el sur de Tenerife: “la posibilidad de construir un hospital en el sur es cero”, o “el sur ya tiene hospital”, haciendo referencia al centro privado de Playa de las Américas. Añadiendo la presentación de enmiendas al articulado de Ley de la Iniciativa Popular, enmierdando lo propuesto por el pueblo, sepultando de paso la escasa posibilidad, si es que la hubo, de construir es infraestructura hospitalaria en el territorio de las clínicas privadas.

Ante el crecimiento de la movilización popular y, el alto éxito que obtuvo la Iniciativa Popular para la creación de un hospital público para el sur-suroeste de Tenerife, se crea desde el Cabildo el dotar al Sur y Norte de la Isla de centros sociosanitarios, sin que hasta la fecha hayan sido capaces de definir sus características y denominándolos hospitales. Inventos hechos con gaseosa pero en la casa de “”debe ser de todos“.

Ya en la defensa de la ILP para la creación de un hospital público, se expuso que esto vendría a suponer la sustitución de auténticos hospitales para las zonas deficitarias de este tipo de servicio sanitario. Quedando en evidencia en las declaraciones del presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, el pasado 29 de abril, afirmando que fue el Cabildo -en octubre de 1999- el que dijo que el norte y sur de la isla necesitaban hospitales comarcales, negando de esta manera el trabajo altruista de varias personas, que se organizaron en la plataforma ciudadana en 1996, para la reivindicación de las instalaciones hospitalarias imprescindibles para el sur de Tenerife y, es que no sólo han puesto todos los inconvenientes para que no se lleva a cabo esta obra, sino que ahora es el señor Melchior, quien se apunta los éxitos de una lucha ciudadana.

En el pleno del Parlamento del 12 de enero de 2000 quedó claro, en la exposición de la defensa por un hospital público, que esa era la intención, tanto del Cabildo como del Gobierno de Canarias, así como que desde la ciudadanía nunca se le iba a decir qué tipo de hospital se quería, pero sí lo que no se quería y, exactamente, quedamos bautizados con lo que pocos años después nos han llamado: “los del no a todos”. Pues se decía que no queríamos chiringuitos, no queríamos que se tomaran a vacilón al pueblo y, lamentablemente, eso es lo que han hecho, ya que la parte de la obra sanitaria, esa que tiene algo de parecido a un hospital, aún no se ha adjudicado.

La lucha del tan necesitado hospital público para el sur-suroeste de Tenerife ha sufrido la mayor variedad de insultos y despropósitos, desde negarlo con contundencia, para luego hacerse defensores del mismo. De llamar hospital a los chiringuitos que planifican. De retrasar las obras, alegando mejoras en el proyecto. Y ahora de apuntarse el mérito de una lucha ciudadana. Y es que, ya es hora de empezar a creer en lo paranormal, pues resulta difícil entender esta situación, si no es que en otra vida tuvimos que haber hecho algo escandalosamente mal, para que nos gobiernen estos individuos.

Toño Linares