López Aguilar, para el futuro por EDITORIAL

La formación del nuevo Gobierno Zapatero abre todo tipo de interrogantes, algunos con contestación ya descontada. Dos cuestiones se vuelcan de forma explícita sobre el tapete: el posicionamiento del presidente ante el Partido Socialista Canario-PSOE y el trato dado al líder de los socialistas canarios, Juan Fernando López Aguilar.

Veamos cómo enfocar el segundo de los asuntos: López Aguilar es parte de esa generación que llevó a Zapatero a la dirección socialista y es obvio que mantiene una sintonía fuera de dudas con el presidente del Gobierno. Cierto es que muchos de los que avalaron a Zapatero frente a Bono van quedando en el camino, queremos decir en la cuneta del camino, pero éste es el sino de todos los activos, incluso de los políticos: su amortización más pronta o más tardía.

Esta segunda victoria de Zapatero es obvio que ha dejado al presidente libre de hipotecas o ataduras, desde dentro o desde fuera del partido. Y esa libertad comporta nombrar a todos los ministros pero no a cualquiera. Es sabido que López Aguilar no tiene problemas con Zapatero pero acaso sí los ha tenido con la primera línea de fuego que rodea al presidente.

Por ello el líder de los socialistas canarios no ha sido en absoluto preterido, sino trasladado al futuro. Depende de él mismo tener un futuro fulgurante dentro de esta legislatura o después de la misma, cuando decaigan los recelosos, si para entonces es el activo en alza que constituye hoy mismo. Porque no dejemos de tener en cuenta que ninguno de los actuales ministros es líder el partido en alguna autonomía. Doble condición que sí tiene el canario: amigo pero ahora también barón territorial, una figura de tono peyorativo pero real.

Porque miembro de la Ejecutiva Federal del partido, donde no se sienta la mayoría de los ministros y desde luego no se sienta la vicepresidenta, ni los principales fontaneros de Moncloa, López Aguilar queda matriculado para este curso y desde ahora en dos asignaturas fundamentales: la primera, la política exterior española y la segunda, la política interior canaria.

Para esta segunda tarea, López Aguilar va a tener el apoyo de Zapatero y, vayan tomando nota los que se muevan cuchillo en mano contra él en conspiraciones de guardarropía, que no en las turbulencias de la práctica democrática que le suponemos a los congresos socialistas, porque van a tener a Zapatero en contra.

Otro asunto habíamos dejado atrás y es la relación de los acontecido con el PSC. Y es aquí donde la postura del presidente es más frágil, porque asumido que los territorios que mejoraron los resultados de Zapatero han sido todos recompensados, no así ha sucedido con el PSC. López Aguilar tiene en su coleto todo tipo de explicaciones pero en el partido suponemos que exigirán las suyas. Los beneficios electorales han sido devengados no sólo por el ex ministro, sino por todo el partido que lo apoyó en Canarias.