En misa y repicando
Pablo Casado tiene cara de monaguillo marisabidillo y despistado. Muy despistado tuvo que estar el otro día cuando entró en una iglesia en la que se celebraba una misa en honor a Franco y él no se enteró hasta el día siguiente cuando los medios y las redes sociales se hicieron eco de la noticia porque este hombre tan despistado no tuvo reparos en fotografiarse con otros ultras que acudieron al oficio.
Lo peor de todo es que el hombre no ha salido a la palestra a dar una explicación de lo ocurrido, con lo que la bola de nieve se ha ido agrandando día a día desde el sábado pasado en el que acudió a esa misa franquista. Le bastaba soltar cualquier subterfugio pero fuentes de su partido se limitan a decir que no se enteró de qué iba la misa. O sea, que no se enteró de la misa la mitad. A lo mejor no quiere dar explicaciones públicas porque no quiere hacer ascos a los votos de los ultras, que no todos están condensados en Vox.
Lo tenía fácil pero él lo sigue poniendo difícil. Al PP le siguen creciendo los enanos. Su líder siempre quiere estar en misa y repicando. Prueba de ello es su postura o postureo con respecto a las manifestaciones de los trabajadores navales en Cádiz y las actuaciones policiales.
Cuando se le pregunta sobre este particular dice que está favor de los huelguistas y a la vez de los policías que los reprimen. El hombre quiere sacar votos de los obreros y también de los agentes de la seguridad y la gente de orden, y para eso se saca también la foto junto a los líderes de los sindicatos policiales, algunos de ellos muy ultras.
Eso es como si te preguntan a favor de quién estás en un Madrid-Barcelona o en un Tenerife-Unión Deportiva Las Palmas y tú respondes que de los dos. Resulta tan inexplicable como la postura ambigua y pusilánime que defiende el presidente del Partido Popular, que habrá pensado que si París bien vale una misa, por qué no va también a valerlo Madrid. En eso está pero al parecer Ayuso no le ayuda.
Algunos todavía se preguntan qué hay de malo en que Pablo Casado haya acudido a misa con su familia un 20 N, aniversario de la muerte del dictador Franco. Es lo mismo que si el líder de la oposición en Alemania fuera a una misa en honor a Hitler o el de Italia a otra en homenaje a Mussolini.
Cualquiera puede ser un despistado pero entonces no debería dedicarse a la política y menos ser candidato a presidir el Gobierno de España. Se admiten despistados entre los científicos y los intelectuales pero no entre los políticos o los cirujanos. El despiste puede ser una característica innata en Albert Einstein pero no debe permitirse nunca a Angela Merkel. Hay amores que matan y despistes que también son letales.
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