Espacio de opinión de Canarias Ahora
La ONU y el Sáhara
Rabat apuesta por la autonomía bajo soberanía marroquí. Lo nuevo consiste, al parecer, que sería ratificada en referéndum más o menos de la siguiente manera: sí o no a la autonomía. Quedaría por lo tanto fuera de juego cualquier otra alternativa y excluiría el conjunto de la legislación internacional emitida hasta ahora sobre la descolonización del Sáhara Occidental. Desconozco las modalidades de esta hipotética consulta, los mecanismos para asegurar su transparencia y bajo la responsabilidad directa de quién se realizará. Habrá que esperar.Por su parte, el texto presentado por el Frente Polisario reafirma la aceptación del Plan Baker y declara su disposición a negociar directamente con el Reino de Marruecos, bajo los auspicios de la ONU, las modalidades para su aplicación así como las relacionadas con la celebración de un referéndum auténtico para la autodeterminación del Sáhara Occidental, en conformidad estricta con el espíritu y la letra de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General y dentro del formato fijado en el marco del Plan Baker, esto es elección entre la independencia, integración en Marruecos o la autonomía. El Frente Polisario se compromete a aceptar los resultados del referéndum, sean cuales fuesen y ofrece garantías a la población marroquí residente en el Sáhara Occidental, a Marruecos y a la comunidad internacional, en caso de triunfar el voto por la independencia.Vamos a lo importante, dejando a un lado el debate sobre el plan Baker. El Frente Polisario presenta todas las opciones que pueden encontrarse en la voluntad de los afectados: la integración en Marruecos, la independencia y la autonomía. La diplomacia de Mohamed VI impide las salidas democráticas. Votar a favor o en contra de la autonomía, y nada más, supone que el Sáhara Occidental ya forma parte de la soberanía marroquí, que el territorio ajeno ya ha sido incorporado a Marruecos por la fuerza de las armas, añadiéndole la buena voluntad del monarca para hacer concesiones autonómicas a los saharauis. Una tomadura de pelo a la comunidad internacional. Un intento de legitimar la ocupación interminable e insufrible que sigue conculcando los derechos humanos de todo un pueblo pendiente de su libertad desde hace generaciones.Peor. Un ex fiscal anticorrupción español escribió recientemente un artículo, acusando de genocidio al reino de Mohamed VI: Genocidio cometido por las autoridades marroquíes en el marco de un plan político y un designio perfectamente elaborado que siempre prometió someter absolutamente a la sociedad saharaui, erradicar cualquier signo de resistencia y exterminarla como tal grupo étnico. Escenificar en el Sáhara Occidental el sí o el no a la autonomía, y nada más, significa otorgarle curso legal a ese genocidio. Espero que prevalezca la cordura, por no hablar de la justicia que el pueblo saharaui reclama tanto como merece. Espero menos de quienes intercambian los derechos humanos por negocios bastardos en nombre del realismo político en las relaciones internacionales. Ese realismo que consiste en disfrazar el oportunismo más zafio con términos sonoros como el famoso sentido común.
Rafael Morales
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