Polonia: ¿Oscura caverna antieuropeísta o nuevo gobierno?

Emilio Díaz Miranda

20 de octubre de 2023 20:29 h

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En las alturas de la Unión Europea se respiró con alivio al conocerse el resultado de las elecciones polacas. Se temía la permanencia del voto polaco en la caverna antieuropeísta y oscurantista religiosa y políticamente. El gobierno ultracatólico conservador perdió la mayoría absoluta aunque su partido, el PiS, fue el más votado, con cerca del 36,8% de los sufragios, lo que le daría unos doscientos escaños. Pero su potencial aliado, la Confederación, el partido de extrema derecha, sólo logró el 6% de los votos, o sea, escasos diez escaños. En cambio, los tres principales partidos de la oposición movilizaron a sus respectivos electorados: Plataforma Cívica ha logrado el 31% de los votos; Tercera Vía, el 13%; y La Izquierda, el 8%. No será fácil construir una coalición, pero entre los tres partidos conforman más de la mitad del electorado polaco. 

Las elecciones muestran tanto el mayoritario rechazo al PiS como su todavía fuerte apoyo, discutible si se tiene en cuenta el control monopolizado de la televisión y medios públicos por el PiS de un ultracatolicismo no alineado con el moderado papa Francisco, puesto que siguen actuando como cuando era Papa el polaco Karol Józef Wojtyla, elegido Papa con el nombre de Juan Pablo II el 16 de octubre de 1978. Nació en Wadowice (Polonia) el 18 de mayo de 1920. Su papado marcó un antes y un después en la Historia al contribuir a la caída del comunismo burocrático, especialmente en su Polonia natal. Se le llamó el “papa viajero”, pues Juan Pablo II realizó cerca de un centenar de desplazamientos por todo el mundo. (Anécdota curiosa en boca de Juan Pablo II: durante la audiencia asistieron el príncipe Rodolfo de Habsburgo, sus hijos con sus familias y su madre, la emperatriz Zyta, ahora Sierva de Dios. Rodolfo de Habsburgo era hijo del último emperador de Austria, rey de Hungría y Bohemia. El Papa polaco “saludó muy calurosamente a los Habsburgo y, dirigiéndose a Zyta, la llamó mi Emperatriz; el Papa ni siquiera pasó por alto la cortesía de inclinar la cabeza ante ella. Habló muy afectuosamente de su difunto esposo, Carlos I. De repente, unas palabras elocuentes y sorprendentes salieron de la boca del Papa: ¿Saben por qué me llamaron Karol en el bautismo? Porque mi padre tenía una gran admiración por el emperador Carlos I, del que era soldado”. Carlos I de Habsburgo fue el último beato que el Papa Wojtyla elevó a los altares. Eso fue un 3 de octubre en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Se diría que la devoción monárquica de su padre seguía vigente en el papa Woytila). Wojtyla, también conocido como “el papa que vino del frío”, era un hombre carismático y expansivo, a quien la formación como actor adquirida en su juventud le fue de gran ayuda para convertirse en un líder de masas, con cierta teatralidad que recuerda al actual presidente de la oligarquía de Ucrania.

Eso explica que el motejado como cabeza de garbanzo, Jarosław Aleksander Kaczyński, jefe del conservador PiS, no comulgue con el papa Francisco de habla hispana y origen argentino. En 2005, su hermano gemelo Lech, que moriría en abril del 2010 en accidente de avión, fue elegido Presidente de Polonia, por lo que Jarosław, quien semanas antes había logrado la victoria de su partido en las elecciones parlamentarias, declinó el cargo de primer ministro, que le correspondía. Unos meses después, su hermano le hizo ocupar el cargo de primer ministro de Polonia, convirtiendo a su país en el primero de Occidente con dos hermanos gemelos ocupando las jefaturas del Estado y el gobierno. Ese “reparto familiar” refleja la absolutista forma en que el PiS y sus dirigentes ha gobernado el país y conformado la política exterior que tanto malestar ejerció en la Unión Europea.

Los nuevos votantes deciden la nueva mayoría

En términos más generales, estas elecciones de 2023 demuestran dos cosas: por un lado, que Polonia está muy dividida políticamente; por otro, que ningún partido domina el campo político, sino todo lo contrario. Al final del proceso electoral hay comentaristas que creen que fueron los votantes indecisos hasta poco antes del día electoral los que inclinaron la balanza en las elecciones; en particular, se atribuye a ello la alta participación electoral. ¿Y quiénes fueron las personas que inclinaron la balanza por lo liberal frente a lo conservador? Parece que fueron sobre todo los jóvenes y las mujeres quienes marcaron la diferencia: la mayoría de ellos votaron a los partidos de la oposición. Desde esta perspectiva: en primer lugar, los jóvenes y, en segundo lugar, las mujeres, cuya participación fue también desproporcionada, decidieron las elecciones.

Los datos de escrutinio difundidos por la Comisión Electoral polaca dice, con ya el 100% de los votos escrutados, que el partido del Gobierno ha perdido su mayoría absoluta, lo que abre a la oposición la posibilidad de formar el próximo Gobierno.

Según los datos oficiales el gubernamental PiS (Ley y Justicia) obtuvo el 35,38% de los apoyos, la opositora Plataforma Cívica el 30,70%, la coalición centrista Tercera Vía el 14,40%, Nueva Izquierda el 8,61% y Confederación el 7,16% de los votos.   

A falta de declaraciones definitivas por parte de los respectivos líderes se abre la puerta del gobierno a la opción de una coalición que aglutine a la liberal Plataforma Cívica del que fuera exprimer ministro Donald Tusk y a alguno de los demás partidos de la oposición, con el objetivo de apartar del poder al ultraconservador PiS, que gobierna desde 2015.

Donald Tusk fue presidente de la EU

Donald Tusk, que había sido primer ministro de Polonia entre 2007 y 2014, fue elegido presidente del Consejo Europeo entre el 1 de diciembre del 2014 y el 30 de noviembre del 2019. Al principio de su mandato europeo, Tusk resumía sus objetivos como presidente del Consejo en cuatro puntos:

  • Proteger los valores fundamentales europeos y evitar la ascensión de formaciones anti europeístas: “Solidaridad, libertad, unidad contra las amenazas a la Unión y su unidad provenientes tanto del interior como del exterior”.
  • Poner fin a la crisis económica.
  • Asegurar las fronteras de la Unión Europea.
  • Mejorar las relaciones entre Europa y Estados Unidos.

Donald Tusk quería mantener buenas relaciones con Rusia, pero en agosto de 2008, Vladímir Putin invadió Georgia y, en esta crisis, Tusk suscribió el tono y las expresiones de rechazo de la Unión Europea, que en ese momento apostaban por dialogar con el Kremlin tratando de solucionar el conflicto. No obstante, esto hizo que hubiera tensiones entre Donald Tusk, primer ministro polaco, y el gemelo Lech Kaczynski, presidente entonces de Polonia e integrante y fundador del PiS. Para Kaczynski la acción de Rusia era “una agresión” y las palabras y la postura de Tusk “eran blandas”, como explicó el CIDOB. La amistad se volvió enemistad.

Donald Tusk fue primer ministro de Polonia

Donald Tusk podría volver al cargo este año, ya que es el líder de la actual oposición polaca con mayor experiencia y fue primer ministro de Polonia entre 2007 y 2014. Las discrepancias entre la Rusia de Putin y una Polonia bajo Tusk no son recientes ni desconocidas para el liberal Tusk aunque no tan cerradas como las del PiS. 

Durante su primer Gobierno en Polonia, entre 2007 y 2011, trató de que esas relaciones mejoraran entre ambos países. El entonces primer ministro polaco comunicó al inicio de su mandato que levantaba su veto a las negociaciones para el ingreso de Rusia en la OCDE. Carme Colomina, investigadora sénior especializada en Unión Europea y política global en el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), explica que “Tusk siempre tuvo un perfil muy atlantista y dialogante”, lo que hizo que durante sus gobiernos “las relaciones entre Polonia y Rusia o Polonia y Alemania fueran mejores”. 

Se puede recordar que Tusk negoció desde el inicio de su Gobierno polaco la incorporación de un escudo antimisiles en Polonia “con la dificultad que entrañaba la toma en consideración de las aprensiones rusas”, según el CIDOB. El CIDOB es un think tank con sede en Barcelona, España, dedicado a la investigación en el ámbito de las relaciones internacionales. Aquel propósito se materializó con una mejora de la capacidad polaca para defenderse de ataques aéreos.

Segundo Gobierno Tusk o la sexualidad y la economía

Donald Tusk revalidó en 2011 su mandato presidencial tras las elecciones parlamentarias de Polonia de 2011. Pero su segundo Gobierno fue altamente conflictivo debido a asuntos que tenían que ver con la sexualidad en materias como la fecundación in vitro o el matrimonio entre personas del mismo género, ya que Tusk tenía posturas liberales menos conservadoras. Pero, sobre todo, el desgaste de su Gobierno se produjo en materia económica.

La crisis económica de Europa a partir del 2008 llegó a Polonia relativamente más tarde, ya que hasta el segundo Gobierno de Tusk el país había estado creciendo económicamente. No obstante, tuvo que centrar su política económica en la austeridad para mantener el déficit público por debajo del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, como obligaba e imponía el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea, influido especialmente por Alemania. La deuda polaca llegó a niveles del 52% en 2012 y del 47% en 2015. Además, casi un freno económico se produjo en paralelo al incumplimiento de los objetivos gubernamentales de reducción de déficit y deuda.

Aunque Donald Tusk trató de mantener una posición neutral con Rusia, desde principios de 2014 y tras los conflictos en Ucrania, las relaciones entre Varsovia y Moscú se deterioraron. Esta situación elevó el tono de Tusk lo que hizo que el país aceptara su condición de frontera oriental de la OTAN. Así aceptaron el despliegue de las fuerzas militares en territorio polaco como medida “disuasoria” contra Rusia. Pero aunque eso es agua pasada que no mueve el molino polaco mantiene una aureola de capacidad política en torno a la imagen de Donald Tusk.

¿Cambio radical o freno reaccionario?

Estas elecciones de 2023 marcaron un cambio radical. De repente, millones de personas acudieron a las urnas para luchar contra el duro y ultraconservador discurso emitido desde los medios públicos controlados por el PiS y acólitos. Y lo que es más, la participación fue muy alta, con más del 73% de los votantes acudiendo a las urnas, más que en 1991, cuando se celebraron las primeras elecciones tras el colapso final del régimen comunista. El cansancio electoral no alcanzó a los nuevos votantes de la juventud y de las mujeres. Además del evidente abuso del poder legislativo que durante la campaña electoral desplegó una propaganda excesiva y agresiva. Se dirigió contra la oposición, y contra Donald Tusk en particular, pero también recurrió a insultos personales. Esta estrategia de comunicación provocó fuertes reacciones y no fue bien recibida por la opinión pública, sobre todo en las zonas urbanas. Y eso colmó el vaso de la opinión pública. Y el PiS perdió la mayoría absoluta parlamentaria. Pero si no todo el monte es orégano, no es menos realidad que ahora está en manos del presidente conservador decidir quién debe formar gobierno en primera instancia. Y como el rey Felipe de Borbón en España, el presidente de la república polaca Andrzey Duda será quien decida.

El cargo político de presidente de la República de Polonia (en polaco: Prezydent Rzeczypospolitej Polskiej, abreviado Prezydent RP) es el jefe de Estado polaco. Sus derechos y obligaciones determinados por la Constitución de Polonia de 1997. Representa a Polonia a nivel internacional y cuenta con el poder ejecutivo. En ciertos casos cuenta con potestad para disolver el Parlamento.

Su elección se realiza mediante sufragio directo y su cargo tiene una duración de cinco años, pudiendo ser reelegido tan solo una vez, es decir, el actual presidente conservador Andrzey Duda terminará el año 2025, o sea, todavía le queda mandato. De acuerdo a la Constitución, elegido mediante una mayoría absoluta de votantes. Si en una primera ronda no sale, se procede a una segunda con los dos candidatos más votados. Para postularse al cargo deben cumplirse los requisitos de tener nacionalidad polaca, ser mayor de 35 años el día de la primera ronda, y reunir al menos 100.000 firmas a favor de su candidatura.

Donald Tusk ha pedido públicamente alpPresidente Duda que decida con prontitud sobre quién debe intentar formar gobierno, pero desde el punto de vista legal todavía quedan obstáculos y posibilidades de dificultar el acceso al Gobierno a una coalición liderada por el liberal Tusk. En los próximos días veremos de qué lado inclina la balanza el presidente Duda y cómo reaccionará la nueva mayoría electoral.

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