Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Romance de la Pantoja

José H. Chela / José H. Chela

0

Hoy te canto este romance a la lorquiana manera, por más que la luna gorda que pende sobre Marbella no manche los cielos negros con circunferencias sangrientas, que hay poco romanticismo en todo esto, a fin de cuentas, pero te escribo los versos, porque allá en tus entretelas hay un desgarro y un dolor y una cosa muy tremenda, aunque tu Julián Muñoz no sea de los Heredia ni un bandolero de aquellos que alimentaron leyendas por las sierras y los montes, por los montes y las sierras, sino un actual chorizo que abandonó la bandeja de camarero casposo y se metió en la faena de la política turbia y que ha acabado en la trena, el tío en huelga de hambre como si fuese de ETA. Ay, Isabel, Isabel… Qué pena, pena más negra. Malhaya sea la suerte de pasar por testaferra. No te han cogido los toros que en viuda de convirtieran ni acharolados tricornios te han encerrado entre rejas, porque hoy hay menos folclore en los delitos de hacienda: 90.000 euros justos, Pantoja, quién los tuviera, te dejan en libertad y libre ya y altanera ante los medios sonríes y ante los medios paseas con una mirada que es mitad dulce y mitad fiera. Y la verdad es, Pantoja, que es tu insólita presencia en este escenario nuevo de pringues y corruptelas, algo que hasta se agradece porque es una cosa nueva. La gente ya convencida estaba toda dispuesta a creer que las mamancias, las comisiones y aquestas operaciones malayas que por las costas apestaneran exclusivas sólo de unas clases muy concretas: de ediles, de concejales, de mediadores y empresas, pero no de cantaoras con nardos en las caderas, con corazones rompíos, tacones y castañuelas. ¡Ay, Isabel, Isabel!... El dicho que me recuerdas dice: dime con quién vas y te diré cuando vuelvas.

José H. Chela

Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Etiquetas
stats