Soria, mentiroso compulsivo

José Manuel Soria ha ido perdiendo la poca credibilidad que tenía en los últimos meses a una velocidad de vértigo. Sigue demostrando que es un mentiroso compulsivo. Hasta el periódico “La Razón”, que dirige el neofascista Francisco Marhuenda, se ha lanzado a criticar a Soria del que ha dicho “ha decepcionado a Mariano Rajoy hasta lo más hondo”, y eso dicho por Marhuenda, que tiene hilo directo con La Moncloa, es significativo. La crónica de Pilar Ferrer en “La Razón” del pasado domingo no tiene desperdicio, “Soria ha sido un mentiroso compulsivo”, y eso en un periódico muy de derechas como el que dirige Marhuenda tiene tela, manda huevos y trillos. Las mentiras de Pepemanué con respecto a sus trapisondas en Panamá y en las islas Jersey retratan a un presunto delincuente, que además ha tenido obsesión de ganar dinero a espuertas y encima no pagar ni un duro por el alquiler del chalet en el que vivió mientras se construía el suyo, chalet propiedad del empresario Javier Esquivel, y a cambio presuntamente le hizo favores con la empresa Promotora de Recursos Eólicos, una de las sociedades investigadas en la operación “Eolo”.

En definitiva, que Soria aparte de presuntamente hacerse con pasta con operaciones fraudulentas, encima es tan tacaño que no ha querido pagar un euro en sus alquileres, en sus vacaciones, y me cuentan que cada vez que iba a comer en Madrid en sus tiempos de ministro siempre era un colgado de otros ministros y políticos del Partido Popular que le tenían cogido el “número”, no se rascaba el bolsillo ni para dar al final de una comilona en la que no había pagado un euro, una pequeña propina a los camareros. A Pepemanué se le veía venir hacía tiempo con todas sus historias y componendas en “Eolo”, “Faycan”, “Góndola”, “Salmón”, y largo etcétera, pero los tropiezos en sus relaciones en el Caribe y sus mentiras acabaron con su carrera política. El paraíso de las islas Jersey y sus compulsivas elucubraciones se lo han llevado por delante, aunque ha seguido mintiendo constantemente, con el último escándalo –hasta ahora- del robo en su chalet de Tafira, y una colilla de L&M.

Lo que parece claro es que si inicialmente, antes de estallar todas las componendas de Soria con los rollos y papiros de Panamá y las islas Jersey, habían exministros en anteriores momentos que le apoyaban, como José Manuel García Margallo, Luis de Guindos, Jorge Fernández Díaz, y la que ahora es ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, pero cuando se vio que Soria mentía como un bellaco todos estos, incluso Mariano Rajoy, lo dejaron caer al precipicio del abismo político, y se acabó su carrera como ministrable y como militante del Partido Popular. De las mentiras de Soria que este periódico ha dado cumplida información sólo recordaremos a vuela pluma que tras la muerte de su padre entre 1990 y 2006 mantuvo diversos cargos directivos en la red de empresas vinculadas a él y su familia, dedicadas mayormente a la exportación hortofrutícola, tomate principalmente, y ocupó cargos directivos como presidente o apoderado en UK Lines (Reino Unido), UK Lines (Bahamas), Oceanic Lines, Oceanic Consignataria, y compatabilizó estos cargos con los de alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria, y dos tomates. Además fue administrador de una empresa creada por el despacho de Mossak Fonseca en las Bahamas. Ahora incluso ha dejado un buen lio interno en Canarias entre los “populares”, en donde el mayor perjudicado de momento es Juan José Cardona, ahora mismo un damnificado dentro del partido y que tiene menos futuro o igual de negativo que el mismo Pepemanué. Las mentiras compulsivas de Soria le han llevado a acabar con su carrera política para siempre.