Estado de sospecha general

Si les digo que estoy asombrado con lo que está pasando en España, seguro que ustedes amables lectores dirán que soy un cínico, porque evidentemente a estas alturas de mi vida si me dicen que José Carlos Mauricio ha ingresado e el Partido Popular se aplicaría eso de “todo es posible en Granada”. O si por el contrario si me dicen que Lucas Bravo de Laguna ha ingresado en el PSOE, “todo es posible en Granada”. Parece esto uno de mis “Diálogos Imposibles” que hacía en el viejo Diario de Las Palmas, pero ya digo, no me asombro de nada. Por eso de que en la sospecha general que invade España, me dicen que Luis Bárcenas sospecha de Esperanza Aguirre, que del caso Gürtel sabe un huevo, y que no hay que olvidar presuntamente le dio pasta, y mucha, a los diputados autonómicos del PSOE, Saéz y Tamayo, para poder ser presidenta y lideresa de la Comunidad de Madrid, y se dice que presuntamente que en la compra de los dos diputados participaron numerosas empresas de la construcción que aflojaron pasta gansa para tal contubernio.España está en un estado de sospecha general. Todos sospechan de todos, y especialmente en el Partido Popular la situación se ha vuelto muy tensa, y el nerviosismo florece por todos los rincones de la sede del PP en la madrileña calle de Génova. Por sospechar, Rajoy sospecha de Aznar, Luis de Guindos de Cristóbal Montoro, José Manuel Soria de Pedro Morenés, y Jorge Fernández Díaz de Ana Pastor. Y en Canarias, las sospechas de Juan José Cardona sobre José Miguel Bravo de Laguna son cada vez mayores, y más ahora con el Canódromo resucitado, y los galgos de nuevo embalados corriendo detrás de la liebre.

Todos son sospechas. Ana Matos sospecha de su exmarido, Jesús Sepúlveda, no sea que le aparezca con otro pufo gordo a cuenta de las investigaciones que está realizando el juez Pablo Ruz, que por cierto, es de derechas, pero me dicen que honrado, honesto y un gran profesional. El Partido Popular ya está moviendo los entresijos a ver si le puede encontrar cualquier desliz y de esta forma apartarlo del sumario Gürtel, que es la madre de todos los sumarios y aunque algunos de mis amables lectores se asombren, este sumario amplísimo que ha caído todo en manos de Ruz, podría incluso acabar con la ilegalización del Partido Popular, y dos piedras.

Pero siguiendo con las sospechas en general, Sofía de Grecia sospecha de J.C.Borbón, no sea que el muy macho, aparte de Corinna tenga alguna otra amistad entrañable, especialmente cuando duerme fuera del Palacio de la Zarzuela, que según dicen los periodistas especializados en borbonear, son muchas veces. Siguiendo con el “sospechismo” que inunda a España, un amigo catalán me cuenta que por Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona, como se decía antes estudiando geografía de la España imperial, Cristina Borbón no se fía un pelo de que su todavía marido, Iñaki Urdangarin, le salga con otro asuntillo del Instituto Noos, y Cristina se vea envuelta todavía más en la manta del juez José Castro, que dicho sea de paso también es derechoso pero que cumple de forma implacable con su trabajo profesional.

Pero si empezamos con Ana Mato y Jesús Sepúlveda con las sospechas en general que cunde en el Partido Popular, les aclaro que los problemas para llegar al divorcio parece ser que no fueron de tipo amoroso, sino de índole crematística, que la crisis no está solo para que te regalen un jaguar y te paguen los cumpleaños de los niños, la cuasicosa está para que te suelten, al menos prematuramente, un sobre con 20.000 (veinte mil) euros todos los peses, y si no es así, “Jesús eres un tontorrón”, que presuntamente le dijo Ana a Jesús en un momento de ira, cuando había reducido las subvenciones a doce hospitales de Madrid a prácticamente cero. Una demostración de la tensión que existe en el Partido Popular es lo que pasó en la ejecutiva de la dirección nacional en la calle Génova el martes pasado, en donde hubo muchos gritos, y hasta insultos, y de una forma reiterada Esperanza Aguirre le espetó con tremenda dureza a María Dolores de Cospedal que era una imbécil, y se formaron dos grupos en la dirección nacional de los “populares”, los imbéciles y los totorotas.

La situación “sospechosa” en el estado español es generalizada, y todos se espían, se insultan, y los murmullos y la rumorología es lo menos que se despacha en estos momentos, y no queda exento el PSOE, que con la moción de censura en Ponferrada ha batido todos los records de contradicciones que arrancaron en la era felipista y ha continuado con la cruz de Rubalcaba. Me da la impresión que estamos asistiendo a un final de ciclo, a un profundo desenlace final, lento pero inexorable, del sistema en que hemos vivido tan ricamente desde ha muchos años, pero en este estado de sospecha general da la impresión que instituciones como la Monarquía, el Partido Popular y el PSOE, están “tocados”. Y con unas profundas vías de moralidad, ética y estética.