¿Vacaciones o en familia?

José Miguel González Hernández

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Salvo en 2020, y por razones obvias que no vale la pena recordar, el turismo funciona. De hecho, según dicen las personas que saben, es una de las pocas actividades económicas que solo sabe subir, salvo que te lo impidan a la fuerza. Si la motivación procede de una necesidad imperiosa de tomar algo de aire para seguir buceando en la rutina o si nos regimos ahora por la exhortación a aprovechar el presente ante la constancia de la fugacidad del tiempo, o lo que es lo mismo, en palabras de la Real Academia de la Lengua Española, carpe diem, no se sabe a ciencia cierta. Pero lo que sí se constata es que cada vez hay más personas que se mueven en la búsqueda de volver a poner la tensión arterial en el ansiado 12-7 y para eso qué mejor que presentar los datos arrojados de lo que fue y de lo que puede ser.

En el presente año, el sector turístico alcanza niveles de actividad en el primer trimestre con incrementos de dos dígitos, situándose por encima del diez por ciento, aunque, en términos reales no se ha logrado sobrepasar lo que se ya se hacía en 2019, teniendo en cuenta que el contexto de aumento de precios para poder compensar el fuerte incremento de costes y las inversiones en mejora de producto, ha generado una notable diferencia entre el desempeño en términos nominales y reales del turismo. Las principales causas proceden de una importante mejora de la demanda turística, tanto nacional como internacional, a pesar de la pérdida de poder adquisitivo, derivada de la persistente inflación y la acelerada y rápida subida de los tipos de interés.

Todo esto ha generado a su vez a las empresas turísticas acelerar la creación de empleo. De forma concreta, en Canarias, los destinos han superado ampliamente los ingresos de antaño, con crecimientos intensos y muy positivos. Lideran Lanzarote, con más de un cuarenta y dos por ciento, Gran Canaria, con casi un treinta y cinco, Fuerteventura con más de un treinta y Tenerife con casi un veinticinco por ciento. Ahora bien, que te haya ido bien en el pasado no asegura que te vaya a ir bien en el futuro. Para que así sea, se ha de dar una total normalización del escenario de desplazamientos turísticos a nivel global con apenas restricciones. De igual manera, como cualquier otro segmento de la demanda, habrá que generar atractivos para que se dé la reactivación del turismo vacacional urbano y del segmento de congresos, teniendo en cuenta que, de forma inexorable, debido a la inflación y la subida de los tipos de interés originará una reducción progresiva del ahorro, caldo de cultivo adecuado para proceder a una paulatina desaceleración en los niveles de consumo en los principales mercados europeos.

Así que, si tiene la oportunidad, descanse y relájese. Desconecte del trabajo (si no tiene) o de las angustias (si no lo tiene) lo cual es beneficioso para la salud física y mental. Además, es mejor recargarse de energía renovando la motivación porque el tiempo libre procedente de unas vacaciones ofrece la oportunidad de revitalizarse y regresar al trabajo (si lo tiene) con mayor entusiasmo y productividad o de buscarlo con mayor avidez (si no lo tiene). Para ello hay que explorar para ampliar horizontes, aprender sobre diferentes culturas, probar comidas diferentes y crear recuerdos inolvidables. Y, como no podría ser de otra manera, tiene la ocasión de pasar tiempo con los seres queridos fortaleciendo los lazos afectivos y creando experiencias compartidas, aunque en este último caso nada ni nadie garantiza que la tensión llegue al ansiado 12-7 pudiendo hacer cierta la broma “¿te vas de vacaciones o en familia?

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