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Ineludible decálogo que debe cumplir el nuevo Gobierno

Teo Mesa

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El nuevo mandato legislativo nacional que debe programar el gobierno socialista, ganador de las últimas elecciones al parlamento y al senado, tendrá en el reiterado presidente del gobierno y todo su renovado gabinete, la inexcusable obligatoriedad de poner en práctica un programa socialista como se corresponde con tal ideología político-social. Socialista es sinónimo de igual social, de filantropía, de estado de bienestar y de obligada protección de los más infortunados en la vida, por sus inhabilidades intelectuales, físicas o patológicas. Y también en símil, salvaguardar a toda la gran mayoría en sus derechos como personas integradas en la sociedad, en todos los bienes a quienes les compete legislar en el nuevo gobierno salido por el voto de la mayoría escrutada en las urnas.

Para esta obligada bonhomía como se corresponde con un gobierno socialista, debe, en mi forma de entender y opinable deducción, abordar los asuntos más susceptibles para que exista una sociedad equilibrada en todos los temas sociales de primera magnitud. Hechos que son, sin lugar a dudas los más cotidianos, que afectan al sentir y al vivir a diario en una colectividad, con el sano objetivo de hacer que esa sociedad sea común e igualitaria en todos sus derechos sociales.

Desde mi modesta opinión y como integrante de una sociedad que ha sido castigada por la derecha política inmisericorde, con su aplicación del feroz neoliberalismo y las depreciaciones económicas de don Recortajoy, que ha llevado las riendas del Gobierno central, anulando los derechos más elementales y comunes de la población, contemplados en la Carta Magna como las legalidades inalienables que se deben programar y ordenar en beneficios igualitarios para la sociedad. Sociedad en general, que en definitiva, son los que con sus tributos sostienen todos los escalafones económicos del Estado. Y este es el decálogo que debe cumplir por el nuevo gobierno:

Pobreza infantil. No es razonable que exista en España –la quinta economía de Europa de la UE–, que 1 de cada 3 niños subsista en la más mísera y obscena pobreza. Hay en España 1.400.000 niños en la pobreza extrema, y 2.200.000 niños en riesgo de caer en esa misma penuria. Estas ignominiosas cifras no deben ser toleradas por ningún gobierno que practique la humanidad y la igualdad de derechos entre todos, máxime con los más frágiles.

Educación en igualdad. Tiene la obligación el Estado central español de atender la educación de todos los niños y jóvenes con las mayores garantías cualitativas. El presupuesto para la enseñanza pública debe ser máxima prioridad en las cuantías otorgadas, omitiendo el descarado sufragio a las enseñanzas concertadas (quien la desee que se la pague de sus peculios). Ya es un deber imponer la enseñanza para los más benjamines con la implantación de la enseñanza de 0 a 3 años. Y sin la menor dilación, para que haya de una vez, un pacto nacional por la educación con todos los partidos del arco parlamentario, sin más vergonzantes demoras. La educación de un pueblo es la mayor fortuna y lozanía mental que pueden tener sus habitantes.

Sanidad. La sanidad tiene que ser pública, de calidad y universal. Es un derecho de toda la sociedad que en ella pervive. Que no se protejan a las clínicas privadas de forma infame y se anulen los criterios de calidad sanitaria por la falta de presupuestos y el desvío de los enfermos a dichos centros hospitalarios. El presupuesto monetario debe aplicarse para que haya un mayor número de médicos/as especialistas; mejor atención a las urgencias y un buen servicio de las camas necesarias.

Menor gasto armamentístico. Es un tropelía a la sana humanidad que España ocupe el puesto 16 a nivel mundial en la compra de armamento militar (es vergonzante en relación a las 196 naciones que tiene el planeta). ¿Contra quienes nos defendemos? Ya el paro y la miseria se encargan de nuestro suicidio. Existen muchas y perentorias necesidades que atender socialmente en nuestro país como para gastarlo en inútiles armamentos asesinos, que además todos tienen pronta fecha de caducidad en el tiempo.

Reforma laboral. Las dos últimas reformas laborales, la de 2012, ejecutada por el gobierno de Zapatero; y la de 2015 realizada por el gobierno de Rajoy han llevado a todos los trabajadores del país a un estatus de angustia laboral, con despidos a la carta y alegremente por los empresarios, precariedad laboral y contratos basura. Este es un compromiso que debe resarcir el nuevo gobierno socialista. No todo son privilegios para los empresarios. La población laboral tiene que recuperar el estado de bienestar perdido desde el año 2008. Hay que derogarla sin excusas válidas.

Ley de Dependencia. Fue una de las mejores aciertos del gobierno de Zapatero y que el posterior gobierno de los populares la omitió en todos sus derechos y obligaciones aprobadas en el parlamento español con rango de ley. Pero los neoliberales del PP la fulminaron, anulando los presupuestos a que la ley les obligaba. Los pacientes y familiares los dejaron abandonados en su infortunio y miseria. Tantos golpes de pecho de mística contrición se dan, para luego poner en práctica sus moralinas.

Cambio climático. Ya no es un tema baladí ni de modas de unos románticos con sus molestos pasatiempos. Este es un asunto principal y urgente que debe acometer el gobierno con toda seriedad y urgencias para defender a todo el país en los males que se aproximan. El medio ambiente ya mata por la mala calidad del aire que respiramos a miles de centenares de gentes en Europa, y las catástrofes climáticas son cada vez más amenazantes. Tiene que apostar por las energías limpias y renovables.

Pacto de Toledo. Debe reiniciar los contactos con todos los grupos parlamentarios para acordar, por consenso, que exista un seguro de prestaciones para la jubilación de todos los trabajadores que han cotizado durante toda su vida laboral. Que las pensiones no sean una marioneta al albur de los distintos gobiernos que dirijan el país, ni mucho menos, que sean un pastel para ser asumidas por los chantajes de las multinacionales de fondos buitres (como lo hacen con la compra de viviendas municipales). Todo trabajador tiene el derecho insoslayable de percibir su paga de jubilado en base al incremento del IPC.

Ley de eutanasia. Al margen de los que tengan y practiquen una religión o por conciencia, que no les permita por credo y mandato este tipo de asunción de una muerte feliz por una enfermedad irreversible, debe el nuevo gobierno legislar un derecho hacia todos los que deseen por amor y comprensión hacia el penoso dolor sus familiares, que el óbito sea asistido en amparo una ley que no le inculpe judicialmente por su samaritano y caritativo ejercicio.

ONG. Ante las demandas que se solicitan y por conmiseración con los gentíos que sufren las penurias en países de todo el mundo, es muy necesario el apoyo a todas las ONGs que prestan humanitarias ayudas a los que más la necesitan. Para este tema, tiene que asumirlo con el presupuesto demandado por estos entes solidarios. El anterior gobierno del PP los dejó en un ‘caritativo’ menos cero.

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