No salen las cuentas. La dirección regional del Partido Socialista Canario intentó acabar hace dos años con el eterno cisma en el PSOE tinerfeño, con la ruptura abierta y sangrante entre dos bandos claramente enfrentados, y lo que ha conseguido es multiplicar el resultado pretendido por tres. O por cuatro, porque al ritmo que van las cosas no duden ustedes que pueda aparecer un cuarto candidato a dirigir el PSC en la isla a partir del congreso insular de final de mes. La cantada aparición de Manuel Fumero, alcalde de Vilaflor, candidatura que les adelantábamos aquí desde hace un tiempo, puede interpretarse como un intento del sector oficialista por mermar las fuerzas de Javier Abreu, el candidato que a priori se presentaba con mayores opciones. Fumero es considerado un testaferro orgánico de José Miguel Rodríguez Fraga (Adeje), que a su vez lidera las sensibilidades de otros alcaldes sureños como Pedro Martín (Guía de Isora) o Jaime González Cejas (Granadilla), lo que pone de manifiesto que la parte sureña de la parte contratante no tiene por qué estar a piñón fijo con la dirección regional ni con las intenciones directas o diferidas del vicesecretario general, Francisco Hernández Spínola.