Está bonito el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, para meterse en el frondoso jardín de las actuaciones policiales y judiciales referidas a la lucha contra la corrupción política y empresarial de las Islas. Rivero ha amagado con pedir la convocatoria de la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados para que se aclare el Gobierno acerca de las declaraciones públicas de un don nadie de nombre Domingo Medina, hasta hace poco ayudante de cámara de Pepe Segura en la Delegación del Gobierno, sector Tenerife. Rivero se agarra a un clavo ardiendo sin darse cuenta de que, además de disparatada, la iniciativa se le puede volver en contra de modo absolutamente penoso. Les vamos a proponer una alternativa, ya puestos a que afloren todas las verdades. Y las frases dichas y/o escuchadas por quienes no debían. Con expresiones muy nuestras, del nuevo estatuto.