Hay vida inteligente en algunas agrupaciones locales del Partido Socialista. Se lo podemos asegurar. Hay gente dispuesta a dar un paso adelante en los momentos más inquietantes para ese partido, cuando la política vive sus horas más bajas y los que la ejercen se convierten injustamente en sospechosos. El ejemplo más cercano lo hemos encontrado en la Agrupación Juan Rodríguez Doreste, de Las Palmas de Gran Canaria, que celebrará este próximo jueves asamblea para renovar su comisión ejecutiva local. La cuestión es ¿continuismo o cambio?; ¿más de lo mismo o hay alguien por ahí dispuesto a demostrar que todavía hay partido? Y de repente, de modo fantástico, se han ido moviendo unos cuantos militantes hasta conformar una candidatura que oponer al eterno Chano Franquis, que se presenta una vez más como obligado por las circunstancias, como aglutinador de no se sabe cuántas sensibilidades internas y ninguna externa, como el último recurso para no cerrar la Casa del Pueblo. En frente tendrá una candidatura que desde luego no es más de lo mismo: el aspirante a secretario general es un ingeniero de Telecomunicaciones, propietario de una empresa, de 30 años, hijo de un histórico comprometido con la izquierda y con la ciudad. Se llama Gabriel Corujo, y dicen que a su alrededor se ha conformado un equipo de gente muy joven entre los que se encuentra Yeray López, que cede en sus pretensiones de ser secretario general para sumarse al proyecto; o Isabel Mena, una de las concejalas con más proyección de cuantas tiene ahora mismo el PSC en la ciudad.