Nuevo capítulo en la saga de despropósitos que rodean y adornan el Angulo Arena, conocido también gracias a la correspondiente campaña publicitaria, como Estadio de Gran Canaria. Ya habrán leído lo que hemos contado de la intención del Cabildo de gastarse una pasta gansa en hacer un centro comercial de tres pares de narices en los bajos de la plaza elíptica del fondo sur, es decir, en los terrenos ganados al Ayuntamiento por el afamado procedimiento del by the face (y si te ví no me acuerdo). Una nueva línea estratégica con la que nuestro Cabildo quiere potenciar la economía de los grancanarios, especialmente la del sector comercial, tan sobrado como siempre del apoyo de esa Corporación, y muy especialmente de su consejero Ezequiel Ramírez. Dada la facilidad con la que se aplica la política de hechos consumados, mejor nos vamos resignando a comernos con papas este centro comercial, por mucho que no figure ni en el Plan General, ni en la Ley de Comercio ni en el sentido común, y tenga todos los aditamentos para que pensemos nuevamente en un gran chanchullo. Pero, insistimos, ya puestos, ¿qué tal si nos ponemos a sugerir posibles destinatarios de esa gran superficie comercial? Nosotros abrimos el fuego, que ya sabemos cómo se pone la peña de remolona a la hora de echar imaginación a la cosa. Proponemos, por ejemplo, que la superficie comercial le será cedida a la multinacional Decathlon, dedicada a la comercialización de prendas y material deportivo. No tenemos ningún dato que nos lo confirme al cien por cien, les adelantamos, pero las malas lenguas se han echado a la calle y relacionan su frustrada instalación en Telde, junto a Makro, con la aparición anguliana en Las Palmas.