Disconforme, como no podía ser de otro modo, con la pericia del benemérito cuerpo, el letrado que asiste al Zorro Plateado, Eduardo Carlos López Mendoza, interesó de su señoría, el juez Luis Galván Mesa, la designación de otro perito. A tal fin, la parte investigada propuso al subinspector excedente del Cuerpo Nacional de Policía Félix Monzón Rico, designación que fue aceptada por su señoría sin que se conozca oposición alguna del Ministerio Fiscal, en este caso representado por Evangelina Ríos, que denegó la personación de Josefina Navarrete, la víctima de los ímpetus plateados, por considerar que no es parte perjudicada (sic) por la tenencia ilícita de armas que se investiga. Pero he aquí que el perito propuesto por la defensa del Zorro y aceptado tan alegremente por el juzgado aparece en la relación de abogados apoderados ante Notario por el imputado en una escritura pública otorgada el 25 de enero de 2011 que obra en la causa, como es menester. Las mismas escrituras en las que aparece este perito se acumulan en todas las causas que el caballero de la plateada figura tiene en ese mismo juzgados y en otros, incluida la referida al divorcio con la que todavía es su esposa a día de hoy. Una causa esta última que también parece sufrir alguna dilación, más atribuible a las idas y venidas de la defensa de Suárez Gil que a la proverbial lentitud de la justicia.