La alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana ha hecho un titánico esfuerzo por explicar los motivos presuntos que han llevado a ese Ayuntamiento a impugnar los presupuestos para 2010 del Consorcio del Sur y a pedir la cabeza de su gerente. Pero hay informes como el de la Abogacía del Estado que echan por tierra no sólo esos esfuerzos, sino los argumentos esgrimidos. Todos los documentos están incorporados al expediente, incluida la liquidación del presupuesto de 2009, un anexo dedicado al personal, la memoria del gerente y el informe económico-financiero del director de área económica del consorcio. Pero es más: tal y como consta en el expediente, sólo una persona acudió a consultarla y no era representante del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Resulta curioso observar cómo una institución tan poco prestigiada en el ámbito contencioso-administrativo, que encarga sus informes a bufetes externos, incapaz de sacar adelante un plan general desde hace 14 años, paralizada por su acreditada ineficacia, su colapso intelectual y político sea la única de las cuatro que forman parte del consorcio que descubre gravísimas irregularidades e ilegalidades en los presupuestos del organismo hasta el punto de impugnarlos y bloquear la junta rectora hasta conseguir la cabeza del gerente. Inaudito.