Anda la mar de entretenido el presidente del Cabildo de Gran Canaria urdiendo proyectos novedosos que impacten en la ciudadanía y le granjeen el aplauso de sus más recurrentes compañeros de mesa y mantel. El estrambótico proyecto de scalextric de Las Alcaravaneras que se ha sacado de la manga empieza a hacer aguas por muchos más sitios de los que la presión del cercano mar impone, y ahora desde la Corporación se matizan las primeras euforias: cuidado, que no queremos hacer un destrozo, dicen que están diciendo. Presentaron la idea con demasiadas urgencias y ahora vienen las correcciones, los veremos y los “nunca dijimos que fuéramos a cargarnos una playa”. Mientras nos entretenemos en disquisiciones urbanísticas, ambientales y de movilidad, Bravo firma otro convenio, esta vez para emplear más de 700.000 euros en hacer un proyecto de talleres, cocheras y área de mantenimiento de la línea ferroviaria de la isla, que como él mismo se encargó a continuación de explicar, se hará si desde el Estado, de la Unión Europea o de la estación intergaláctica Alpha aparecen los dineros necesarios para hacerlo. Lo tomaremos como otra carantoña al viento de Bravo de Laguna, que parece un chiquillo recién llegado a la política de puro propagandista que se nos ha hecho. Ni las cocheras ni el scalextric se podrán realizar en este mandato, pero en una semana ya ha conseguido que hablemos de dos presuntos proyectos suyos.