El director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, y sus compañeros Nora Christiansen (Noruega), Joris Thijssen (Holanda) y Christian Schmutz (Suiza), se comerán los turrones en una prisión danesa por decisión del Tribunal Superior de Justicia, que no los pondrá en libertad hasta el 7 de enero. La organización ecologista ha puesto el grito en el cielo, como cabía esperar, porque mientras los dirigentes mundiales se marcharon de rositas tras la fallida cumbre de Copenhague, allí se quedaron pringando los que precisamente protestaron por tanta vacuidad. Pero se lo toman con filosofía en Greenpeace, hasta el punto de hacer públicos algunos de los materiales empleados para tan castigada escaramuza en la cena de gala ofrecida por la reina Margarita II a los jefes de Estado. Los ecologistas aseguran que quieren colaborar con la policía danesa, y a tal fin, han hecho públicos algunos aspectos de tan sofisticada operación: “Los materiales utilizados fueron sencillos. Por ejemplo, las identificaciones colocadas en los parabrisas de las limusinas alquiladas para llegar al banquete fueron sujetados con un par de calcetines. Una de las matrículas de los coches llevaba el logotipo de Greenpeace y el número 007, en referencia a James Bond. Las luces de policía que se pusieron encima de otro de los coches fueron compradas por Internet y costaron 50 coronas danesas (6,70 euros)”. Seguiremos informando.