La inadmisión de la denuncia causó verdadero entusiasmo en los despachos de los directivos de Canarias7, donde se celebraba la resolución judicial como si el denunciado fuera su dueño, Juan Francisco García, desesperado por encontrar una rendija a través de la cual restar credibilidad al director de CANARIAS AHORA, denunciante de la cosa. El despliegue informativo y de análisis realizado por el adalid del periodismo creativo sólo tiene un precedente similar en el archivo de la querella que La Caja interpuso en 2000 contra el propio García por una serie de quebrantos patrimoniales a la entidad que fue archivada después de que, por motivos paranormales que todavía se nos escapan, fueran retirándose una a una todas las acusaciones.