Poco a poco, el Puerto de Santa Cruz languidece ante la mirada impasible, y cómplice, de Luis Suárez Trenor, el presidente de la Autoridad Portuaria que casi no ha vuelto a aparecer desde que el juez Garzón lo citara en un auto, junto al alcalde Miguel Zerolo, por el presunto cobro de unas comisiones. Los datos son indiscutibles: según se afirma en el trabajo de investigación Infraestructura portuaria: eficiencia de los puertos insulares en el entorno nacional, de las economistas María Manuela González Serrano y Lourdes Trujillo Castellano, entre 1990 y 2002 la autoridad portuaria más ineficiente de toda España ha sido la de Santa Cruz de Tenerife, que reduce su baremo en casi 12%. Producto de la incansable labor de Súarez Trenor para justificar el Puerto de Granadilla es el desvío masivo de buques al Puerto de La Luz y de Las Palmas por falta de combustible o por problemas operativos.