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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Diario de campaña (I)

La bodega de Stratvs, en La Geria, que Soria se ha comprometido en reabrir ante los telespectadores de la tele de su propietario, Juan Francisco Rosa.

Carlos Sosa

La campaña electoral canaria se ha iniciado, como todos habrán podido apreciar, con una agria polémica entre los candidatos del Partido Popular y de Podemos por la provincia de Las Palmas. Por motivos de salud mental y obligada equidistancia, cedo el análisis de esa polémica a otros compañeros que, seguramente con mayor agudeza, lo harán mejor. Les recomiendo, en ese sentido, el artículo que este domingo publicaba en Canarias7 Manolo Mederos, con el que no puedo coincidir en todo, pero en esencia, es muy certero. De resto, la sustancia, la chicha, es poca, si descontamos algo que llama poderosamente la atención: la milagrosa conversión ambientalista del Partido Popular, entendiéndolo como un todo nacional, como unidad de destino en lo universal. Desde la cumbre de París, un desconocidísimo Mariano Rajoy anunciaba hace pocos días su intención de promover una Ley contra el Cambio Climático si los ciudadanos españoles tuvieran la gentileza de renovarle la confianza que hasta ahora mismo (según el CIS) parece que siguen depositando en él. Una caída estruendosa del caballo del negacionismo que nos ha dejado a todos perplejos dada la trayectoria absolutamente contraria que ha mostrado su Gobierno estos últimos cuatro años y pico. España es, por si no lo saben, el país de Europa que más gases de efecto invernadero emitió en 2014 y el que menos avanzó en materia de energías renovables gracias a decretos tan graciosos como el del recorte de las primas y el de autoconsumo, más conocido como impuesto al sol. En La Sexta Noche un entregado Rajoy contestaba a dieciséis escogidos ciudadanos a preguntas como eso del fracking (fracturación hidráulica), una práctica que causa graves daños ambientales pero que el muy torpón defendió en clara contraposición a sus anuncios ambientalistas: “Machacar una roca para extraer pequeños trocitos de petróleo y de gas” porque somos energéticamente dependientes. Al tiempo que nos cargamos las fuentes alternativas verdes, con un par. Los anuncios nada creíbles de reconversión al ambientalismo de Mariano Rajoy y sus mariachis deben ser puestos en relación con sus actuaciones de estos años. Porque además de apostar fuertemente por el fracking y menospreciar a las energías limpias, a través del Ministerio de Industria generó una enorme polémica en Baleares, en el Golfo de Valencia y en Canarias por su empeño de hacer prospecciones petrolíferas claramente perjudiciales para el medio ambiente.

 

 

“Un trauma para el paisaje”

Es inevitable que, llegados al momento prospecciones, mencionemos al que las encabezó, ensoleró, impuso, autorizó y defendió, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. Esa posición que adoptó y que comentaremos más adelante cuando nos refiramos a las encuestas de este fin de semana, le están obligando a hacer una campaña muy correosa, muy pegada al terreno, a la gente con sensibilidades ambientalistas. Y con otras sensibilidades, por ejemplo las empresariales y las judiciales. Hace unos días podíamos verlo en Lancelot TV defendiendo nada menos que “la conservación del paisaje de La Geria”, lo que nos puso las orejas tiesas ante tamaña declaración de intenciones. ¿Soria defendiendo la conservación de un paisaje? Pero la frase se completó de la siguiente manera: “La propia conservación del paisaje de La Geria requiere no sólo el cultivo de la vid, sino de una industria vitivinícola que, por cierto [recurso], en Lanzarote tiene una profunda tradición (…). Por tanto, hay que darle una salida a esas instalaciones [bodegas precintadas por la Justicia] ya que no conozco ninguna de ellas que sea un trauma para el paisaje. Creo que todas se han hecho respetándolo”. En concreto, el ministro y candidato se estaba refiriendo a las bodegas Stratvs, propiedad del empresario Juan Francisco Rosa, imputado en el caso Unión y a su vez accionista mayoritario de Lancelot TV, donde Soria hacía esas venturosas declaraciones. “El Partido Popular dará su apoyo para poner una solución”, prometió, porque “es absolutamente desolador que haya bodegas que son referencia en Lanzarote, en Canarias e incluso en España, no sólo desde el punto de vista vitivinícola, sino como reclamo turístico, que estén cerradas”. La bodega a la que se refiere tiene un precinto judicial por la flagrante y reiterada vulneración de la ley. Desconocemos, en estos gloriosos momentos electorales, qué solución maneja Soria para prometer una solución a algo que, al menos desde el punto de vista legal, no la tiene. Pero, oiga, que es tiempo de promesas y el que paga manda.

 

Primas y autoconsumo: viva la confusión

La inquietud ambientalista que le ha sobrevenido al Partido Popular no es exclusiva de Rajoy y de su ministro más depredador con el medio ambiente. Me temo que el manual de campaña debe incluir algunas instrucciones muy precisas de cara a limpiar la imagen anti ecologista que ha demostrado con sobradas pruebas el Gobierno nacional estos últimos cuatro años y pico. Y una de esas imposiciones debe ser la de negar rotundamente que hayan sido Rajoy y Soria quienes se hayan sacado de la manga lo que todos los expertos han bautizado como un “impuesto al sol”. Consiste el tal impuesto en gravar a los ciudadanos que tienen instalaciones solares, fotovoltaicas o eólicas en su casa y que mantengan conexión con la red de abastecimiento eléctrico. El impuesto, en vez de premiarles por su contribución a la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero, les grava por recurrir a la red convencional para los momentos valle o para volcar en ella la energía sobrante. El PP trata de justificar este absurdo impuesto al sol, que ha convertido a España en el hazmerreír mundial, en que el déficit tarifario impedía continuar primando a las renovables, lo que resulta una absoluta falsedad teniendo en cuenta que el decreto contra el autoconsumo (impursto al sol) nada tiene que ver con el de supresión a las primas a las renovables (1/2012), que ha desembocado en un aluvión de demandas internacionales que podrían suponer millonarias indemnizaciones que dejarían en pelotas el déficit tarifario que se pretendía recortar. A esa confusión entre primas y autoconsumo contribuyó este sábado Rajoy en La Sexta Noche, tratando de justificar lo injustificable, que no es otra cosa que compensar a las grandes eléctricas con el bolsillo del contribuyente concienciado el recorte en los beneficios a los inmensos campos de fotovoltaicas que crecieron como hongos al promulgar Zapatero –eso es verdad- la barra libre a los grandes beneficios. Quizás se deba a esa confusión absolutamente intencionada la que condujo al candidato del PP por Santa Cruz de Tenerife Pablo Matos a afirmar públicamente que eso del “impuesto al sol o existe, es una creación de Ferraz. El PP ha apostado por las renovables”. Y el que lo dude, que repase la hemeroteca para que se le venga el alma a los pies.

 

Ay, las encuestas

Cuentan los cronistas de la Villa y Corte que este domingo, con ocasión de los fastos constitucionales en el Congreso de los Diputados, Mariano Rajoy se acercó a Pablo Iglesias a decirle, sin mediar saludo, que “vais muy bien en las encuestas”, lo que puede interpretarse de dos maneras diametralmente distintas. Una, que sea cierto que el presidente del Gobierno maneje datos correctamente cocinados que no se están reflejando en la gran cantidad de sondeos que se están dando a conocer, entre otros el del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) o que, con su retranca gallega habitual, estuviera tomando el pelo al líder de Podemos, a cuyo partido todas las consultas sitúan en cuarto lugar. Nos quedamos con las ganas de conocer la solución al enigma, especialmente porque es tan inmenso el número de indecisos que hacer conjeturas sobre un resultado electoral fiable parece bastante peregrino. En Canarias, este domingo conocimos la encuesta de TSA para Canarias7 y el Diario de Avisos que, desde luego, refleja un llamativo revolcón al Partido Popular de José Manuel Soria con una pérdida de más del 50% de los apoyos que recabó entre la población en 2011 y solo 4 diputados frente a los nueve de entonces. El periódico grancanario abría su portada con un más que elocuente “El PP se hunde con Soria”, a lo que cualquiera que reflexione un poco debería añadir los motivos: el desgaste de la acción de Gobierno en España más los atropellos cometidos por su líder regional durante esta legislatura. Su feudo natural, la provincia de Las Palmas, le pasa factura por su posición en las prospecciones petrolíferas y seguramente su actitud de castigo a las Islas tras quedarse descabalgado por segunda legislatura consecutiva del Gobierno regional. La misma encuesta refleja un natural ascenso de Ciudadanos en correspondencia con el arrastre nacional que está protagonizando su líder, Albert Rivera, con hasta cuatro diputados, dos por circunscripción. La alianza del PSOE con Nueva Canarias permite a ambas fuerzas convertir estas elecciones en un tímido éxito que se traduce en los mismos diputados que ambas formaciones, cada una en su día por su cuenta, alcanzaron en 2011. El desinfle del nacionalismo no permite muchas más alegrías, ni siquiera a Coalición Canaria, que habrá de conformarse con una sola diputada, Ana Oramas, por Santa Cruz de Tenerife.

 

Podemos, uno y uno

A tan solo tres puntos y unos 20.000 votos de Ciudadanos se sitúa Podemos en la provincia de Las Palmas, donde vuelve a ser una fuerza muy respaldada por los electores de izquierdas pero sin alcanzar más de un diputado, el mismo resultado que con menos votos obtendría en Santa Cruz de Tenerife. Así que el “vais muy bien” de Rajoy a Pablo Iglesias se queda en Canarias en una posición no demasiado halagüeña si se tiene en cuenta que en las autonómicas de 2015 alcanzó muy buenos resultados en islas como Gran Canaria, donde estuvo a punto de alcanzar al PSOE por apenas 2.000 votos. Es evidente el efecto arrastre que en esta campaña están teniendo los líderes nacionales, especialmente en los dos partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos. Ya han pasado por aquí Albert Rivera y Pedro Sánchez, y el próximo día 10 coincidirán en ambas capitales canarias Mariano Rajoy y Pablo Iglesias. Para entonces ya se habrán celebrado los primeros debate a cuatro en los principales medios de las islas, lo que seguramente servirá para contrastar programas y comprobar si es cierto lo que los analistas dan por sentado: la polarización de estos cara a cara entre las dos fuerzas más opuestas ideológicamente, el PP y Podemos.

 

La anécdota, en la popa de una guagua

Mientras llegan esos encuentros, la anécdota de estos primeros tres días de campaña la podemos situar en el periódico El Día, que manipuló la fotografía de un suceso ocurrido en Santa Cruz de Tenerife para que de ella desapareciera un anuncio que lucía en su popa una guagua de Titsa que pasaba por allí. En el anuncio aparecía Mariano Rajoy con el eslogan escogido por los populares “España en serio”. A la hora de cerrar esta edición se desconocían los motivos por los que se había procedido a ese borrado, aunque todo hace pensar que de lo que se trataba era de perjudicar al líder de la derecha española para que nadie pudiera relacionar el accidente con alguna suerte de gafe.

 

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