Los intentos de López Aguilar por pacificar el PSC no sólo se dirigieron a Saavedra. Ciertas y muy controladas rebeliones de algunos barones tuvieron también que ser atendidas por el secretario general, especialmente a la hora de elaborar su Ejecutiva Regional. Es verdad que los barones lograron colar algunos de sus nombres propuestos, pero también es cierto que a cada propuesta aceptada se incluía una del propio Aguilar. Si entraba un gomero de Casimiro, por poner un ejemplo, entraba una gomera de Juan Fernando. De ahí que la dirección regional haya pasado de 21 a 34 miembros. Pero, a pesar de estas concesiones, ésta es la Ejecutiva que ha querido formar el secretario general socialista, sin trucos ni trampas como los que le colocaron en el congreso extraordinario en el que le hicieron preso de una dirección puesta por los grandes escualos del PSC.