No tenemos confirmado que, además de cobrar como jefa de Servicio de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife y no ejercer como tal para dedicarse a concejala de la oposición, la señora Zurita esté compatibilizada para trabajar en el ejercicio libre de la profesión como arquitecta. Ya se encargará su portavoz y lideresa, Cristina Tavío, de preguntárselo y de valorar si la situación tiene sostén moral y político en los tiempos que corren. Para hacerla entrar en razón puede exponerle el ejemplo del ex alcalde del municipio de El Tanque, Jesús Fariña, miembro del PP, que tuvo que dimitir como concejal al perder las elecciones en 2007 ante la evidencia de que no podía compatibilizar su cargo público con el de agente de la Policía Local del municipio. Luego sufrió persecución y escarnio por parte de los ganadores de las elecciones, pero ésa es otra historia. Más cercano en el tiempo tienen las señoras Tavío y Zurita un ejemplo en La Laguna, donde tuvo que abandonar su acta de concejal en diciembre pasado Javier Álvarez al ser destituido como responsable de Deportes y quedar como edil raso por decisión del alcalde, Fernando Clavijo. Inmediatamente presentó su renuncia al acta para poder mantener su puesto de personal laboral del consistorio, donde ejerce de responsable de instalaciones deportivas. En La Laguna, evidentemente, no impera esa permisividad que Zerolo introdujo en Santa Cruz para que los funcionarios y los políticos (y algunos empresarios) vivan más felices que en el resto del mundo.