Los analistas de la cosa eólica están repasando con detenimiento las dos adjudicaciones insulares producidas hasta la fecha por el Gobierno de Canarias, ambas en fechas señaladas por un puente o por fiestas de guardar, que es la mejor manera de coger al mayor número de personas en cuclillas o mayormente agachadas. Si en Lanzarote el turrón se lo han partido Anfi y Endesa, en La Palma hemos vuelto a encontrarnos a un histórico de la energía eólica, Ernesto Pérez, padre del político tirajanero del PP de igual nombre. Ambas firmas tienen como aerogeneradores de referencia a otra vieja conocida del lugar, la marca Enercon, aquella que tiene su fábrica en Magdeburgo, Alemania, en donde se encontraron por casualidad a finales de 2004 los hermanos Esquivel, Luis Soria y algunos técnicos gubernamentales relacionados con el invento. La historia se repite, o al menos algunos de los actores que la interpretan, porque si antes José Manuel Soria estaba en el Cabildo manejando marionetas, ahora está directamente en el bollo del cogollo del meollo donde se corta el bacalao.