Ha pasado prácticamente desapercibido el primer juicio con Jurado contra un político canario acusado de unas boberías relacionadas con la corrupción (malversación de caudales públicos, dicen que se llama la cosa). El político en cuestión, parlamentario regional por Coalición Canaria, sentado desde este martes ante un jurado popular en el TSJC, se llama Esteban Bethencourt, y fue alcalde de Valle de Gran Rey (La Gomera) desde 1978 hasta 2008, treinta años de nada que le permitieron convertirse en un auténtico cacique local. Pero nuestro hombre no tiene nada de nada, ni un triste apartamento en el que pasar su vejez a partir de que la política lo deje en paz de una vez y pueda dedicarse verdaderamente a sí mismo y a los suyos. Bueno, mejor dicho: el señor diputado dice que no tiene nada a su nombre porque, en realidad, está todo bajo los auspicios de una empresa en la que aparece como administradora la madre de su hija menor y el resto de sus hijos. Así lo declaró el buen señor en la fase de instrucción de la causa por la que ahora se defiende ante un tribunal popular.