Después de poner el listón tan alto, citando a Spinoza en una charla en la sede de Presidencia, seguro que Torres-Dulce no se esperaba que Antonio Hernández se cargara la tradición de 2.500 años de pensamiento budista (al menos uno de sus principios básicos, la impermanencia) o al mismo Heráclito, que Hernández debió estudiar en COU, al menos su famosa frase “todo fluye, nada permanece”. El descubrimiento mostrado por Hernández en su power point es que en los últimos 10 ó 15 años “lo único permanente es el cambio”. Sólo le creeremos si la máxima también se puede aplicar al Gobierno de Canarias a partir del próximo 27 de mayo.