Tras Henríquez, tomó la palabra el director del cuerpo, Luis Molina, que cumplió a rajatabla con su papel de mantenedor de las fiestas, cantando al mundo las excelencias del cuerpo y contradiciendo al jefe por delante y por detrás. Pepa empezó entonces a mostrarse más relajadita. Fue entonces cuando le tocó el turno al concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Paulino Montesdeoca, y se armó. Para Montesdeoca, las reivindicaciones de Henríquez estaban hechas “con el ahínco de un presidente de comité de empresa”. Con las espaldas más guardadas, la alcaldesa soltó todos los misiles que tenía en el arsenal, lo que nos lleva a pensar que al señor Henríquez le quedan dos Telecanarias como jefe de la Policía Local. Entre otras lindezas, Luzardo instó a Henríquez a dar ejemplo antes de criticar, además de exigirle que explique las horas que trabaja. Buff. Y de remate, la alcaldesa anunció ?una serie de plazas de promoción interna suficientes para que contemos con un cuerpo más moderno y con los mejores mandos?. Por cierto, ¿no fue Soria el que puso a Henríquez?