Convocados por las redes sociales, miles de madrileños comenzaron este mismo viernes, día de la primer reforma laboral de la era Rajoy (ya veremos lo que pasa después de las elecciones andaluzas), a manifestarse contra las políticas del Gobierno de España. Nadie puede prever a día de hoy cuántas manifestaciones habrá, en qué ciudades y si las primeras movilizaciones espontáneas se encauzarán a través de organizaciones para dar paso a la huelga general que al menos ya tiene en su agenda Mariano Rajoy. En Canarias fue el viernes día de manifestaciones contra los recortes sociales, especialmente el sangrante y casi generalizado desmantelamiento de los servicios de atención a mujeres maltratadas o con riesgo de violencia machista. En Lanzarote las protestas estuvieron acompañadas de un grito unánime contra las prospecciones petrolíferas, autorizadas por el Gobierno de España con esa altanería marca de la casa Soria que hacen presagiar lo peor. El ministro de Industria, Energía y Turismo, que la noche del viernes se encontraba en Arrecife participando en un acto de su partido, tuvo que abandonar la sede del PP por una puerta lateral y con sus escoltas en modo activo ante a presencia de 200 manifestantes convocados a través de las redes sociales que gritaban contra esa autorización petrolera. Ya lo advertía por la mañana en Radio Lanzarote el dirigente ecologista Pedro Hernández: “Creo que va a haber muchas sorpresas en los próximos días y meses, que va a ser posible armar ese consenso ciudadano, porque se está jugando con muchos sentimientos”. Pues iba a ser que sí.