Ustedes van a pensar que tenemos fijación por determinadas personas, pero lo que en realidad ocurre es que algunas personas tienen obsesión por hacerse notar más de la cuenta y mostrar así lo peor de la especie (en este caso no sabemos si calificarla de humana a la espera de los resultados oficiales). Así es, nos referimos al impagable proveedor oficial de noticias asombrosas que es el inefable Juan Santana, el mamporrero de su protector y mecenas José Manuel Soria, y en estos momentos jefe de gabinete de la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento. El asunto que les vamos a contar traerá cola en forma de protesta diplomática al más alto nivel (posiblemente desde la ONU y desde la Casa Real española) por lo ocurrido este jueves en los fastos centrales del Día Mundial del Turismo, que tuvo como escenario el Palacio de Congresos de Meloneras. Y todo por el papanatismo de siempre, por la irrefrenable manía de algunos de colocarse en el protocolo donde no les corresponde. Y para tan pueblerino propósito, a los maúros de nuestro cuento no se les ocurrió mejor cosa que desplazar de su puesto nada menos que al secretario general de la Organización Mundial del Turismo. Casi ná, Aguedita.