La carta que firma Ana de la Hoz es un ejemplo que debiera cundir no solo entre los empresarios, sino entre la sociedad. Porque en ella se resalta que “las leyes fomentan medidas para eliminar esta violencia y exigen una actuación de los empresarios garantizadora y ejemplarizante en el impulso de la igualdad y correctora de cualquier tipo de discriminación en el entorno laboral y empresarial, con especial referencia a la repulsa y persecución hacia los autores de la violencia de género (?) El señor Suárez Gil, maltratador convicto y condenado como tal y pendiente de cumplir cárcel por ese execrable delito, no puede tener reconocimiento alguno, honor o distinción de una entidad como la centenaria Cámara de Comercio (?), referencia histórica de todos los empresarios grancanarios”. La comisión de empresarias ha reclamado a Sánchez Tinoco que lleve este asunto al pleno de la Cámara que se celebrará el próximo día 26 para que se analice la propuesta de retirarle al Zorro todos sus abalorios distintivos. La verdad es que, hablando de abalorios, nos asaltan dos dudas. La primera, cómo va actuar Sánchez Tinoco ante una petición tan contundente, teniendo en cuenta que siempre ha mantenido una estrecha relación personal y cinegética con Suárez Gil. Y segunda duda, ¿ya han irradiado al Zorro de su logia masónica? Porque, metido en su máximo esplendor, también engañó a la noble masonería.