Suponemos que todo el mundo sabía en el Norte de Tenerife que Pepe López conducía sin carné, y sólo faltaba que la Policía Local lo trincara in fraganti. Y así fue: cometió una infracción y los agentes lo siguieron hasta la puerta de un garaje en la zona de Playa Jardín, donde confesó que el coche era del alcalde y que él nunca pudo aprobar el examen de conducir. No terminaron ahí las sorpresas y hasta los despropósitos. Mientras Marcos Brito se mesaba los cabellos en busca de una solución cuando le comunicaron la noticia, el tal Pepe López mandaba a una de sus hijas para que confesara que era ella la que iba conduciendo. Los policías, por si acaso, o conocedores de cómo se mueven las influencias, ya habían tramitado cuidadosamente las diligencias de la intervención y, por lo que pudiera pasar, las registraron en el juzgado a las ocho de la mañana. Justo, justito, oye, en el momento en el que iba a dar comienzo una sesión plenaria en el Ayuntamiento cuyo exterior, por cierto, aparecía poblado de octavillas y panfletos en contra del gobierno local por los recortes en los convenios colectivos. Al co-propietario de Mi Tierra TV, ya condenado en varias causas judiciales, se le agota la impunidad: estrenará año en sede judicial portuense el próximo lunes, cuando se celebrará un juicio rápido.