Ni en vacaciones se puede relajar el Cuerpo, oiga. Qué cosas: hasta una simple designación de cargo en funciones provoca un cataclismo en la Jefatura Superior de Policía de Canarias. No es que la guardia de corps de Pegaso 2 haya decidido poner pies en polvorosa, ni que en alguna isla oriental se haya templado más de la cuenta algún jefe. Simplemente, a Sagrario de León, comisaria provincial de Las Palmas, no se le ha ocurrido mejor trastada veraniega que nombrar sustituto durante el periodo reglamentario de vacaciones al penúltimo de los comisarios llegados a la plaza y recién ascendido. Un novato en estas lides, vamos, como José Luis Santafé, es desde el lunes de esta semana comisario provincial en funciones, para mayor rebote de los veteranos de la Casa, alguno de ellos con experiencia sobrada tanto como comisarios provinciales titulares como en funciones. Cuestión de confianza y de ese irresistible jueguito que tanto gusta a la comisaria provincial de que le doren la píldora o la sufran en galeras. Porque no de otra manera se entiende en la Jefatura que el comisario de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana sea conocido por ser quien acomoda la silla en las ruedas de prensa o los actos institucionales a la jefa provincial, con una caballerosidad extralimitada, o quien le pase el pan en los almuerzos oficiales a los que asiste la cúpula de la Policía Nacional en Canarias. Y ahora ejerza de provincial en funciones. De Santafé, sus compañeros ya le tienen cogida la matrícula de procedencia: Palma de Mallorca, donde figura de jefe superior la pareja de Sagrario de León y excomisario en Maspalomas, Antonio Jarabo. Pero lo más espectacular del nombramiento del provincial en funciones ha sido su primer encargo...