Como corresponde a las tácticas de quien se queda sin argumentos, la dirigencia pepera tinerfeña, y ya verán que pronto la canaria, ha contestado al contenido de la auditoría matando al mensajero, es decir a CANARIAS AHORA, al que se le acusa en primera instancia de mentir en este asunto y, acto seguido, se le involucra en una suerte de operación electoralista al servicio de Coalición Canaria, y más concretamente del presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, con quien precisamente nos separan rotundas diferencias. Tenemos la auditoría, es verdad, y como siempre hacemos, nos negamos a revelar la identidad del alma cándida que nos la entregó después de mucho batallar para conseguirla. A Pedro Suárez, hombre fuerte del PP lagunero, sólo le faltó hablar de una conspiración judeomasónica cuando Juan Carlos Castañeda lo entrevistó este martes en Ser Tenerife. Sus respuestas fueron tan poco creíbles que denotaban que ni él mismo se había quedado a gusto con ellas. Para acusarnos a nosotros de mentir, quizás el señor Suárez, y hasta Andrés Chaves, deberían leerse primero la auditoría de Pricewaterhouse and Cooper. Pero quizás sea un esfuerzo intelectual tan titánico que directamente nos ahorramos reclamárselo.