La desfachatez de Soria no tiene parangón, no sólo por el disparate diplomático y la agresión al pueblo saharaui que suponen sus recomendaciones y sus buenos deseos empresariales en los territorios ocupados, sino porque se contradicen radicalmente con la postura que adoptó él y su partido hace ahora exactamente cuatro años cuando la compañía Binter inauguró una línea aérea con El Aaiún. A aquel viaje inaugural acudió como invitado el delegado del Gobierno de España en Canarias, José Segura, que no participó en acto institucional alguno, ni hizo declaraciones alentando inversiones empresariales foráneas allí. Pero su sola presencia, un error diplomático sin duda, fue motivo suficiente para que el PP presentara una interpelación urgente en el Congreso de los Diputados reclamando la destitución fulminante con acuse de recibo y póliza de cinco duros de José Segura Clavell. ¿Habrá algún partido que proponga ahora lo mismo?