Pepe Alemán es un periodista de pura cepa, un maestro, de los que quedan pocos. No nos consta que la Federación de Asociaciones de la Prensa de España le haya distinguido nunca con un premio, cosa que suponemos le traerá absolutamente sin cuidado. Al que sí han premiado estos días las referidas asociaciones con su V Premio de Periodismo es al director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, al que distinguen por su “aportación a la profesión periodística y su contribución a la defensa del ejercicio libre de la misma, la dignidad profesional y de la libertad de expresión”. Nos viene enseguida a la cabeza la aportación a las libertades ejercida por el señor Ramírez desde el sindicato del crimen, aquel conchabo de empresarios, políticos del PP, periodistas y algún juez encaminado a dar un golpe de mano a la vida pública española porque no les gustaba Felipe González. Y nos viene también a la mente algo mucho más actual, la incansable búsqueda de Ramírez y algunos de sus periodistas de una mochila con la que endosar la autoría intelectual de los antentados de Madrid al Partido Socialista. Le felicitamos no obstante por el premio, dotado con 30.000 euros que paga un laboratorio farmacéutico.