Todas las personas consultadas coinciden en afirmar que Francisca Sarmiento, la viceconsejera que debió firmar la nunca redactada impugnación del Plan Parcial de las torres del Canódromo, es una profesional íntegra. No está afiliada al PP, pero llegó a la Consejería de Presidencia de la mano de María Australia Navarro, de la que fue estrecha colaboradora con anterioridad. Pero su carácter irreductible ante las trapisondas recomendaron por aquellos días de 2004, cuando el PP compartía Gobierno con Coalición Canaria bajo la presidencia de Adán Martín, darle quince días de vacaciones, de manera que no pudiera ver lo que allí se cocía. Tres años más tarde, posiblemente escandalizada de las cosas que vio hacer en el Gobierno y al partido al que sirvió, Sarmiento se presentó a una plaza de directora de Urbanismo del Ayuntamiento de Telde, ya gobernado por Nueva Canarias y el PSOE. Fue la mejor candidata, y a pesar de su pasado al servicio del PP, el concejal José Antonio Perera la contrató para aquella tarea.