José Manuel Soria dijo hace dos años a los bodegueros grancanarios que quería que se contratara a un pata negra para dirigir la Bodega Insular, un enólogo que pudiera competir en prestigio con los que tradicionalmente han dado lustre a la denominación de origen más famosa de Canarias, la de Tacoronte-Acentejo. Pero además de esa idea nada despreciable, Soria añadió una imposición más: tienen ustedes que contratar a la consultoría Konsav y pagarle 23.000 euros que el Cabildo habilitará a través de una partida adscrita a Presidencia. El enólogo, además, tendría un salario bruto anual de 100.000 euros, también procedente del mismo fondo. Dos años después, lo único que se sabe es que la consultora hizo su trabajo y propuso una terna. Lo demás, está parado. La foto se hizo, la primera piedra se puso. Y todo está igual que la bandera.