Los trabajadores, que se están mostrando muy activos (el otro día hubo asamblea con más de cien asistentes) han decidido reclamar la continuidad de Gesplan, y que, en caso de fusión con Grafcan, perteneciente a la misma consejería, la primera actúe como absorbente. Los empleados exigen a la dirección un posicionamiento claro a favor de esa postura o, en su defecto, que dimitan en pleno. No se descartan movilizaciones y un gradual calentamiento de las medidas de presión que podría acabar -llegado el caso- en la interposición de un contencioso ante los tribunales contra el Plan de Racionalización de las Empresas Públicas de Canarias. Estaremos atentos a ver qué pasa.