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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Recular en La Laguna

Javier Abreu.

Javier Abreu repite a todo el que le pregunta que la intervención de Paco Spínola de este lunes ante el Comité Regional del PSOE fue muy inspiradora. Por primera vez en mucho tiempo se le escucha lanzar piropos a favor del vicesecretario general, autor de la calamitosa operación de elevar a unos cenutrios a la dirección insular del partido con tal de que el lagunero no fuera el secretario general. Paco Spínola, por lo que cuenta Abreu, fue el único que explicó ante el Comité Regional el escenario en el que se están moviendo los socialistas en estos momentos: los incumplimientos del recién renovado socio, Coalición Canaria, y las parcelas de responsabilidades adquiridas tras la firma del pacto bajo el padrinazgo de Pedro Sánchez. Spínola fue muy directo al calificar de flagrantes los incumplimientos de CC en Santa Cruz, La Guancha, Puerto de la Cruz, Granadilla… y, en ciernes, en el Cabildo de Tenerife. Y se mostró partidario de exigir a toda costa que todas esas plazas se reconduzcan de inmediato, por mucho que tanto CC como su fanfarria mediática esté dando por imposible esa reconducción. ¿Y si no se reconduce? El Comité Regional socialista dio por sentado que el precio que pagará CC será la ciudad de La Laguna, donde las espadas seguían en alto la víspera de San Juan. Porque en el PSOE está bastante extendido el sentimiento de que CC ha vuelto a tomarles el pelo con estratagemas tan viejas como ofensivas y con desplantes que requieren una respuesta. Pero lejos de reconocer su actitud desleal, la dirigencia de Coalición Canaria tira p’alante y trata de imponer en La Laguna lo que no hizo en todos los sitios donde traicionó a los suyos. Pero se han tropezado con un obstáculo difícil de vencer, Javier Abreu, que tras el Comité Regional del lunes se encuentra más respaldado por su partido.

José Alberto se pone nervioso

El último encuentro celebrado entre Javier Abreu y José Alberto Díaz con la gobernabilidad de La Laguna sobre la mesa se celebró el mismo lunes y acabó como el rosario de la aurora. Coalición Canaria no admite al PSOE un reparto a la mitad de las áreas de poder, para lo que el socialista siempre argumenta la notable pérdida de concejalías de su socio y el incremento en una de su propia candidatura. Abreu juega con la imposibilidad que tiene Díaz de sumar apoyos suficientes para salir elegido alcalde, ni siquiera por mayoría simple. Ninguna de las otras fuerzas políticas se lo iba a permitir, lo que coloca al candidato socialista en una posición privilegiada. Hasta Unid@s Se Puede ha manifestado su predisposición a hacer alcalde a Abreu, a pesar de haberle sacado un concejal de ventaja. Y Santiago Pérez, referente político de toda la oposición con solo tres concejales, ya admite a su pupilo como alcalde siempre que no le de un milímetro de ventaja a Coalición Canaria en nada. Ciudadanos, en aplicación de su doctrina nacional de no hacer alcalde a ningún nacionalista, no tiene tampoco ninguna objeción. Tras la reunión del lunes, el alcaldable nacionalista se puso un poco nervioso y lanzó a los cuatro vientos el anuncio de que por él, las negociaciones en La Laguna quedaban rotas. Tardó pocas horas en rectificar y en pedirle a Abreu otro encuentro, seguramente después de que le recordaran que el que tiene la sartén por el mango no es precisamente él. Pero a CC sólo le quedan dos opciones para gobernar en La Laguna: 1) corregir los incumplimientos (Santa Cruz y el Cabildo, incluidos) y gobernar en minoría con Abreu repartiendo las áreas de gobierno a partes iguales, y 2) darle la alcaldía a Abreu para que Ciudadanos pueda apoyar un gobierno con ciertas garantías de estabilidad. Las demás posibilidades son para Abreu y el resto de oposición, descontando obviamente al PP.

Reconducción o La Laguna

Pensar que Coalición Canaria vaya a recular en lugares tan decisivos como Santa Cruz o el Cabildo parece bastante aventurado, lo que no quiere decir necesariamente que no tenga margen de sobra para hacerlo. En el Cabildo de Tenerife tendrá que entregar a los socialistas el área social que con tan malas artes quiere arrebatarle por una cuestión meramente electoralista. En Santa Cruz de Tenerife la gamberrada que hizo el alcalde, José Manuel Bermúdez, se presenta algo más compleja, y en esa complejidad se ha basado toda la prensa del régimen para dar por sentada la inamovilidad del pacto que el nacionalista hizo con el PP previa defenestración municipal de Cristina Tavío. Pero es falso que no pueda reconducirse, y los dirigentes de CC en La Laguna, con Fernando Clavijo al frente, lo están demostrando: si se puede gobernar en minoría en esta ciudad a falta de dos concejales para la mayoría absoluta, ¿por qué no se puede hacer lo mismo en Santa Cruz, donde sólo faltaría uno? ¿Por qué no se aceptó el ofrecimiento de Izquierda Unida para, al menos, hablar? No tiene excusa CC y se arriesga seriamente a perder La Laguna.

Mosqueo en el PP de Tenerife

No todo fue alborozo y celebraciones en la apertura de la IX Legislatura de la autonomía canaria. En el Partido Popular apenas se habían repuesto de los efectos del talegazo electoral cuando la composición del núcleo duro del Grupo Parlamentario dejó con cara de circunstancias a los parlamentarios por la isla de Tenerife. Bueno, a todos no: Cristina Tavío estaba encantada de regresar a la Mesa del Parlamento, esta vez como vicepresidenta segunda (lo fue antaño primera) en compensación por haberse salido del grupo municipal en Santa Cruz de Tenerife y dejar el camino expedito al pacto de su partido con el alcalde Bermúdez. La entrada de Tavío en la Mesa desaloja a Águeda Montelongo, parlamentaria por Fuerteventura, que queda como señoría de a pie en lo que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias celebra juicio por el caso Patronato. Montelongo es uno de esos ejemplos andantes de las mentiras que ya lanza el flamante portavoz del PP, Pablo Casado, que dice que la línea roja para apartar a un cargo público está en la apertura de juicio oral: Montelongo hace tiempo que traspasó esa línea roja, y ahí la tienen presentándose a las elecciones y tomando posesión. Pero, a lo que íbamos: en el PP tinerfeño hay un gran mosqueo porque por primera vez en la historia del Parlamento la dirección del grupo no cuenta con presencia de alguno de sus diputados. Tanto la portavocía como la portavocía adjunta la copan dos representantes de Gran Canaria, María Australia Navarro y Miguel Jorge Blanco, mientras que la presidencia del grupo ha recaído en el secretario general regional, el palmero Asier Antona. Puede que todo se deba a la escasa confianza que inspira el número uno que Manolo Domínguez puso en la lista por Tenerife, Guillermo Díaz-Guerra, que consiguió pasar de cinco a tres parlamentarios. Hasta ahora, los cabezas de lista iban o directos al Gobierno (caso de Lorenzo Súarez) o a la portavocía, caso de Pablo Matos, Miguel Cabrera Pérez-Camacho o Cristina Tavío, que fue portavoz adjunta. Ya tiene Soria otro problema para la próxima reunión de la dirección regional: explicar a los suyos, sin que se note, que de lo que se trata es de cumplir el acuerdo con el eterno socio de que hay que dejarle el máximo terreno posible en Tenerife.

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