Les recomendamos que echen un vistazo al auto del magistrado Baltasar Garzón inhibiéndose en favor del Tribunal Superior de Justicia de Valencia en una parte del sumario abierto con motivo de la operación Gürtel. Verán que se explica con cierto nivel de detalle el modo de operar de Francisco Correa, el espabilado empresario que aprovechó su cercanía al PP en Madrid y en Valencia para forrarse con contratos y adjudicaciones bastante chiripitifláuticas. Garzón relata cómo el presidente del PP valenciano, Francisco Camps, presidente a su vez de la Generalitat, se alicataba hasta el techo en tiendas de ropa superfashion a cambio, supuestamente, de propiciar favores políticos a Correa y su trama de empresas. Junto a él también aparece imputado el secretario general del PP de Valencia, partido que parece haberse quedado con 420.000 eurillos de comisiones ilegales. ¿Les suena a algo muy nuestro de aquí eso de los contratos, las adjudicaciones, las relaciones con autoridades, los alicatados hasta el techo y las comisiones para financiar al PP?