Se embaló de lo lindo el vicepresidente canario en Los Desayunos de TVE diciendo que el periodista que le ha denunciado por el viaje del salmón está condenado por los delitos de injurias y calumnias. En realidad lo está por calumnias solamente, por haber contado que su excelencia dio sablazo a la ciudad con la compra de La Favorita al empresario Santiago Santana Cazorla por doce millones de euros, siete por encima del precio en que esa propiedad se estaba ofreciendo en el mercado tan solo unos meses antes. La Favorita, hay que ver, que tantos años después se ha mostrado como una de las inversiones más funestas de cuantas instituciones públicas operan en Canarias, con problemas de salubridad y, desde luego, una falta de idoneidad que demuestra a las claras cómo tira el dinero este consejero de Hacienda que tenemos.