En el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana la cosa ya es a cara de perro. Están acostumbrados a resolver los asuntos como si de querellas de familias se tratara. El enfrentamiento entre Conchi Narváez y la alcaldesa, Mari Pino Torres, ha tocado en las puertas de Román Rodríguez y de José Miguel Pérez para que consigan incorporar al gobierno municipal al grupo de Marco Aurelio Pérez. Las razones son poderosas: la primera deriva de la responsabilidad que es exigible a estos dos políticos. La segunda es que Marco Aurelio tiene mejor cabeza que los que gobiernan; la tercera, que el asunto de la crisis del modelo turístico es peliaguda, y la cuarta, que con el poder judicial golisniándolo todo, la parálisis que allí acontece podría ir a peor.