En este contexto tan turbio, el presidente de la Cámara de Comercio, Ángel Luis Tadeo, se dispone a dar este viernes a su vicepresidente primero, José Miguel Suárez Gil, un golpe de muerte empresarial. Tras la votación de la semana pasada en que las pretensiones de apartarlo de la comisión de Comercio Exterior de la Corporación vencieron por un contundente 26 a 12, Tadeo tiene previsto dar por resuelto el conflicto dando por bueno ese resultado, a pesar de una errónea interpretación del reglamento concluyó entonces que faltó un voto para alcanza una mayoría cualificada que no era necesaria en segunda convocatoria, que ni siquiera se da por celebrada ahora. Quitar a Suárez Gil de la comisión de Comercio Exterior es dejarlo sin el único motivo por el que le convenía seguir en la Cámara. Ese departamento controla el 70% del presupuesto cameral, entre dos y tres millones de euros al año, y es un instrumento inigualable para las más ventajosas relaciones institucionales internacionales de quien lo dirige.