Hay una asociación de vecinos de Ciudad Jardín, en Las Palmas de Gran Canaria, que hace poco tiempo tuvo la infeliz idea de recoger firmas para irradiar hermosas jovencitas que se dedicaban a la profesión más vieja del mundo en barrio tan señero. Ahora protestan porque en la calle Lope de Vega, frente a una plazoleta donde aparcan funcionarios municipales de día y sólo a falta música de acompañamiento, se construye una tercera planta sobre un chalet que casi resulta imposible que tenga licencia. Están gafados los vecinos porque a la profesión más antigua del mundo se les une ahora la más moderna, construir y especular. Si no pasa nada, dicen los vecinos, todos a construir la tercera planta y a mover el sector de la construcción, que está en horas bajas.