Siguen sentándose periodistas en el banquillo. Y nadie más. La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas acaba de convertir en firme la sentencia por la que fue absuelto el director de CANARIAS AHORA, Carlos Sosa, en relación con sus comentarios sobre el caso Isolux, ya saben, aquella colosal trapisonda que costó a los ciudadanos un ojo de la cara (y la yema del otro) para que el complejo de potabilizadoras de Las Palmas de Gran Canaria contara con dos módulos de desalación que no sirven para nada. Carlos Sosa es la única persona que se ha sentado en el banquillo por tremendo sablazo a las arcas públicas de la ciudad, por un obsceno concurso que adjudicó Pepa Luzardo en agosto de 2003 cuando todavía no había calentado la poltrona de alcaldesa que le había cedido José Manuel Soria, el que puso en marcha tan funesta operación. Ahora que el periodista ha quedado exonerado de toda responsabilidad y el querellante, José Manuel Soria, condenado a las costas de la segunda instancia, es saludable preguntarse qué fue del caso Isolux.