Parece demostrado que para esa dura tarea de formar Gobierno en esta nacionalidad tan atolondrada, Adán Martín las pasó canutas. Pero lo peor está aún por llegar: el hábil reparto de los cargos intermedios, pensados básicamente para incordiar aún más a los icánicos radicales. Para ese fin, el presidente llegó a pedir una lista de veinte personas de la isla de Gran Canaria con un determinado perfil, susceptibles de ser llamadas para cualquier cosa (de consejero para abajo, se entiende). La lista tardó muy poco tiempo en confeccionarse y en ella aparecen ilustres nombres de otros ilustres políticos de profesión que no quieren perder una oportunidad tan extraordinaria de mantenerse sin acudir a la cola del paro. Además, claro, han de demostrar fe inquebrantable al nuevo orden de cosas nacionalista en la isla redonda, de ahí que muchos se hayan puesto a reflexionar en torno a la conveniencia de recordar viejas amistades en el entorno de ATI, pero por la vía de su homólogo en Gran Canaria. El caso es que el que enseña por ahí la lista de los veinte principales es Rafael Pedrero, amigo y seguidor que fue de Carmelo Ramírez, que ahora es consejero del Cabildo en la oposición y parece llamado a hacerse cargo de alguna dirección general o afín.