El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
A ver lo que dicen los vecinos
El papelón de Bravo de Laguna este viernes en el último pleno del Cabildo de antes del verano fue clamoroso. Despertó indignación y, a su vez, mucha lástima. Ver a un presidente de una institución tan seria arrastrándose por los suburbios de la media verdad, de la mentira estúpida, del sonrojo? para acabar confesando lo que ya habíamos contado aquí con detalle, no es un comportamiento que los ciudadanos y la política se merezcan en estos momentos. Hasta en su propio partido se lo empiezan a reprochar sin recato, sabedores de que se ha prendido la mecha de la indignación de los vecinos, de la sospecha de la oposición y de algunos medios de comunicación y que el final es a estas alturas ciertamente inescrutable. Bravo tirará de la credibilidad del grupo de gobierno en el Cabildo, pero también de la del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, donde también gobierna el Partido Popular. Porque los vecinos no quieren en el Estadio Insular cualquier cosa, y si se mostraron satisfechos con el resultado del concurso de ideas de la anterior Corporación, difícilmente van a permitir que aquella idea degenere en un negocio privado con escasas o casi nulas posibilidades públicas. Vale lo de las 600 u 800 plazas de aparcamiento; vale lo de la gran superficie comercial (Mercadona o El Corte Inglés), pero lo que no casa mucho con el anteproyecto ganador es convertir aquello en un club deportivo (seis canchas de paddel, un fútbol 7, piscina, gimnasio?) enfocado, naturalmente, al negocio. Porque lo que hayan podido leer por ahí de un escenario para actividades musicales que de 1.700 puestos de trabajo a músicos, saltimbanquis y costureras, olvídenlo, que fue producto de una fuente empresarial con una calentura de fin de semana.
Sobre este blog
El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora