Alianza rota en el ayuntamiento de Santa Úrsula, al norte de Tenerife, donde el pacto entre el Partido Popular y el PSC-PSOE posibilitó el acceso a la alcaldía de Milagros Pérez (PP) que lo sería, según el pacto suscrito, hasta el último año del mandato, cuando sería sustituida por Víctor Barroso, el único edil socialista que rompió el equilibrio entre los populares y la Agrupación Independiente de Santa Úrsula (AISU) que venía gobernando de manera hegemónica desde los tiempos del difunto Fernando González. Una enmienda al Plan de Ajuste, presentada por sorpresa por varios concejales del PP, sin anestesia y sin avisar, ha propiciado una crisis de gobernabilidad en el Ayuntamiento, donde ahora mismo la alcaldesa está en minoría, sobre todo después de haber retirado competencias y delegaciones a cuatro de ellos. Los del PP, en su día, dijeron que con la AISU, ni a misa ni a la procesión, pero ahora que la cosa huele a autocensura, la viabilidad se estanca porque a qué edil de una u otra formación le ponen el cascabel de la alcaldía.