Un estudio detecta plásticos en el “estómago” de una de cada dos medusas recogidas en Las Canteras

Un estudio realizado con medusas recogidas en la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, durante el verano de 2019 ha constatado que casi todas (29) tenían basura de origen humano en sus tentáculos o dentro de su cavidad gástrica, y que la mitad había ingerido microplásticos

Efe

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Un estudio realizado con medusas recogidas en la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, durante el verano de 2019, ha constatado que casi todas (29) tenían basura de origen humano en sus tentáculos o dentro de su cavidad gástrica, y que la mitad había ingerido microplásticos. Se trata de la primera vez que se documenta -y se fotografía- en el Atlántico Norte que las medusas están comiendo plástico, lo que supone, además, un motivo de preocupación porque demuestra que este tipo basura ya está entrando en la cadena trófica de los océanos.

Según informa la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), investigadores de su instituto EcoAqua han publicado en la revista Marine Pollution Bulletin los resultados de un trabajo realizado en una de las últimas llegadas masivas de medusas de la especie Pelagia noctiluca a las costas del Archipiélago.

Para el estudio se recogieron 30 ejemplares en la playa de Las Canteras y se analizaron por separado los microplásticos en su interior (cavidad gastrovascular) y los presentes en los tentáculos. En 29 de las 30 medusas estudiadas se descubrió algún tipo de basura marina generada por el ser humano: un gran porcentaje eran fibras de algodón, pero también se encontraron fragmentos de plástico y restos de redes de pesca. El 53 % presentó microplásticos en la cavidad gastrovascular, dato que confirma su ingestión por parte de estos organismo.

La ULPGC recuerda que las medusas son “un componente esencial” de los ecosistemas marinos, por lo que pueden ser “un importante vector para la entrada de microplásticos a la cadena trófica marina”, ya que son las principales presas de muchos animales.

Los responsables del trabajo citan, a modo de ejemplo, que una tortuga laúd (Dermochelys coriacea) puede llegar a ingerir diariamente un 73 % de su peso de medusas. “Este estudio evidencia que los plásticos ya se han incorporado a la cadena alimentaria y que representan un riesgo para la salud no solo de las propias medusas, sino de los eslabones superiores como tortugas, peces, aves y mamíferos marinos”, advierte la ULPGC.

La asociación Latitud Azul, que también ha participado en el estudio, sostiene que es “urgente tomar conciencia respecto a esta problemática que causa miles de muertes de animales marinos al año, algunos de ellos en peligro de extinción”, en un problema que el uso masivo de guantes y mascarillas durante la pandemia de COVID-19 puede haber agravado, por la presencia de más basura en el medio.

Por ello, los autores del informe llaman a hacer un uso racional del plástico, así como de guantes y mascarillas, y siempre que sea posible optar por las alternativas reutilizables. “A pesar de su aparente fragilidad y su sencilla anatomía, las medusas han habitado en la Tierra por más de 500 millones de años y han sobrevivido a las grandes extinciones masivas, por lo que resulta paradójico que ahora sufran el impacto de la contaminación generada por unos recién llegados que llevan apenas unos 200.000 años sobre la faz de la Tierra”, subraya la ULPGC.

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